Ver Galería

El 2019 no fue un año bueno para la lechería, tanto para la argentina como para el resto de los países productores.

Cada mes, Coninagro publica el “Semáforo de las Economías Regionales” con el objetivo de que los productores puedan hacer un seguimiento de los indicadores de 19 producciones. Elaborado por el área de Economía de la entidad con este tipo de informe “se busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis”.

En el plano de la actividad de lechería, el Secretario de Coninagro y referente de la Mesa Lechera, Daniel Kindebaluc dijo que: “El sector productivo en lechería está preocupado, venimos bregando por una especie de reintegros o quita de retención a la exportación de lácteos para ponernos en carrera de vuelta. De cara a lo que se avizora en primavera, por una cuestión estacional, normalmente aumenta la producción y con el consumo interno alicaído, la salida ideal sería colocar ese excedente en el exterior, pero con el tipo de cambio que tenemos más las retenciones del 9% en el caso de leche en polvo es un escenario complicado para exportar. En resumen, colocar el incremento estacional de la producción que se prevé en agosto y septiembre en el mercado externo, ayudaría a aliviar la situación de los productores que están con precios estancados y con costos subiendo. Estamos trabajando en eso y hemos pedido una reunión con Arturo Videla, el nuevo director Nacional de Lechería”.

En junio, una de las actividades en prosperidad es el maní. Al respecto, el Consejero de Coninagro y productor de maní en Córdoba, Marco Giraudo, aseguró que “en la cosecha bajó el rinde, pero igualmente fue un 15% o 16% más que los valores históricos del maní en los últimos 10 años”.

Asimismo, Giraudo ponderó que: “La calidad es el argumento más grande que tiene el maní argentino. En cantidad de toneladas nos superan India, China y Estados Unidos, pero ninguno iguala la calidad del maní argentino”. A lo que agregó: “Este año superamos los parámetros normales de calidad, y es fundamental mantener esos niveles y los de manufacturación”.

Por último, Giraudo analizó que los buenos indicadores se deben a que “el clúster manicero ha decidido no aumentar el área de siembra, que se mantiene entre 250 y 320 mil hectáreas, y eso hace que nos movamos entre 1 y 1,4 millón de toneladas de maní en caja, y al no tener exceso de producción no hay baja de precios”.

“El maní es una economía regional muy fuerte en Córdoba, la industria manicera no solo se ha preocupado por la producción sino también por los procesos posteriores relacionados al deterioro del suelo, y eso nos ubica en un lugar de privilegio”, concluyó.

La cosecha 2019/20 estuvo por encima del promedio histórico. El volumen total de maní producido en la provincia de Córdoba fue de 1,168 millón de toneladas, lo que representa una disminución del 8% respecto a la campaña 18/19 pero supera al promedio histórico en un 16%. En cuanto a la superficie, se sembraron un total de 260.000 ha, el valor más bajo de la última década. Comparado al ciclo pasado la retracción es del 10%. 

La producción de mandioca también muestra un panorama positivo. Manfredo Seifert, que es consejero de la entidad por Misiones, sostuvo que “estamos transitando un momento favorable, de alguna manera el tipo de cambio se acomodó a favor de la industria nacional. El almidón de la mandioca, a diferencia del almidón de trigo y maíz, tiene propiedades fisicoquímicas diferenciales, y determinadas industrias de la alimentación la demandan. Este año nos vimos favorecidos también por las condiciones climáticas, se logró un muy buen rendimiento por hectárea. Nosotros como cooperativas que industrializamos estas raíces para obtener almidón, nos hemos favorecido y hay una buena demanda”.

“Estamos autoabasteciendo la demanda nacional con nuestra producción porque Paraguay y Brasil, que son los principales referentes de la región en términos de competitividad, no nos están invadiendo y eso hace que el productor esté motivado”, cerró Seifert.

Para finalizar, el presidente Carlos Iannizzotto enfatizó sobre el eje financiamiento: “Sabemos que no hay financiamiento en Argentina, desde Coninagro y el sector de la Economía Solidaria nos hemos propuesto trabajar con otras alternativas que no son las bancarias, porque el sistema financiero sigue al servicio la especulación y no a favor de la producción. Por caso, en Coninagro ya está funcionando la SGR Conaval donde promovemos líneas de financiamiento para el capital de trabajo y la inversión para que los que invierten todos los días, como los productores y cooperativas, tengan un apoyo financiero acorde”.