FOTO: Senasa.

Por la iniciativa de las subsecretarías de Agricultura y de Ganadería de la Nación, se llevó a cabo una encuesta para conocer el estado de las las empresas que participan de las distintas cadenas agroalimentarias, así como  su problemática particular en el contexto del COVID-19.

Entre otras, participaron las cadenas citrícola, arrocera, olivícola, láctea, algondonera, hortícola, carne aviar, carne vacuna, frutícola, apícola y maní.

El informe de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca fue elaborado con la colaboración de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), así como otras entidades y empresas relacionadas con las cadenas.

De los resultados de la encuesta se desprende que en la mayoría de las actividades la cadena de pagos esta demorada y en algunos casos cortada. Muchos problemas con la actividad de los bancos. Al haber habilitado el clearing y no poder depositar cheques, negociar cheques postdatados ni depositar efectivo, el porcentaje de cheques rechazados fue record y más en el caso de las pymes, en las cuales el uso de efectivo en las actividades alcanza en algunos casos al 80% de sus operaciones. Las cadenas más complicadas son: Hongo comestible, Frutícola, Cereza, Chacinados, Algodonera, Orgánicos, Cañera, Citrícola, Peras y Manzanas, Lanera y Foresto-Industrial”.

En cuanto a la cadena de provisión de materias primas, “existen algunas dificultades pero, en general, la materia prima se está entregando aunque con demoras provocadas por las distintas situaciones y decisiones que están tomando principalmente intendentes, aunque también algunos gobernadores. Las más complicadas son las que dependen de insumos importados para su producción como así también las que exportan sus productos”. Las cadenas más perjudicadas son: Frutícola, Ganadera, Maní (San Luis mano de obra), Algodonera, Citrícola, Peras y Manzanas.

Sobre el estado financiero, “en general es entre regular y malo ya que las empresas están trabajando muy por debajo de su producción normal y esto dificulta el pago de los sueldos. Sumado a esto la demora de asistencia por parte del sector bancario. La imposibilidad de exportar/importar también contribuye en muchos casos con el mal estado financiero de las Empresas”.

“Al cierre de la encuesta ninguna empresa expresó la posibilidad de acceder a asistencia financiera por parte de los bancos. Esto indica, de seguir este ritmo por parte de los bancos, que la mayor parte de la crisis de las pymes se va a comenzar a exteriorizar a partir de la semana final del mes y principio del mes de mayo, con la imposibilidad de hacer frente al pago de salarios”. Aunque sus actividades están exceptuadas de la cuarentenas, las ventas de estos sectores cayeron entre un 90 y 100%.

En general las soluciones planteadas son las siguientes:

• Regularización en forma urgente de la actividad bancaria para extracción y depósitos de efectivo y cheques post datados para poder hacerse de los fondos y hacer frente a los valores emitidos por las empresas. 
• Crear por parte del gobierno una herramienta que asista en forma urgente a las pymes para que no se rompa el tejido productivo y puedan seguir abasteciendo de alimentos a la población. Que la asistencia crediticia sea accesible, a bajas tasas (tendiendo a 0). 
• Nueva moratoria que incluya las deudas desde el mes de diciembre hasta la finalización de la cuarentena y evitar caída de las pymes en calificaciones que impidan acceder a la asistencia crediticia.
• Exención y/o condonación de impuestos, digitalización de temas impositivos y bancarios.

• Regularización del sistema administrativo en el tema de las exportaciones.
• Posibilidad de que aquellas pymes que posean herramientas de mercado con las cuales se resguardaban de los rebotes inflacionarios del gobierno anterior y que después del “reperfilamiento” tuvieron que quedarse con las mismas en sus carteras puedan pagar créditos y otras acreencias estatales a valor de técnico de las mismas.