Mientras el consumo total de bebidas en 2019 se contrajo 6,5% (alcanzando el menor volumen en 14 años, solo mayor al de 2005), los despachos de vino despachos registrados por el INV crecieron un 5% y las consultoras de consumo indicaron un aumento del 0,3%.
Según Francisco do Pico, vicepresidente de Bodegas de Argentina (cuyos integrantes representan el 75% del mercado interno y el 90% de la exportación), “en Argentina se toman 850 millones de litros al año, de los cuales 220 millones son de vinos varietales (con el Malbec a la cabeza) y 650 millones de litros de vinos tintos y blancos sin definición varietal. El crecimiento de 2019 obviamente no compensa la caída entre 2014 y 2017 del consumo, entre 150 y 200 millones de litros, pero es positivo que no haya caído como las otras bebidas”.
En cuanto a la tendencia de consumo, do Pico señaló que el segmento estrella desde hace dos años es el botellón de 1,125 litro, que en 2019 creció 23% en ese tipo de envase con respecto al 2018 y representa el 40% del total. “Eso se debe a que ese tipo de presentación cuesta entre 85 y 100 pesos y una gaseosa de 1,250 de primera marca está a más de 100 pesos, lo mismo que una botella de cerveza nacional”.
El vino en botellas representa entre el 55 y 60% del mercado, la presentación tetrabrick casi 40% y el resto lo representa la damajuana.
En cuanto al comienzo del año, do Pico sostuvo que en enero
“se vio un crecimiento en los despachos del INV y en las auditorías del mercado, siguiendo la tendencia del año pasado”.
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