El cultivo de soja está atravesando un período favorable para su desarrollo, pero los productores deben estar atentos para que las enfermedades no les recorten los rendimientos potenciales. Teófilo Bustingorri, Gerente de Marketing de Cultivos de BASF señaló a Super CAMPO: “Estamos viendo una campaña que comenzó con déficits hídricos sobre todo en noviembre y diciembre. Desde fines de diciembre empezaron a llegar las lluvias, los cultivos se pudieron terminar de sembrar más o menos en fecha y enero terminó con buenas condiciones hídricas en gran parte de la Argentina. Estamos en muy buenas condiciones de cultivo”.
Sobre las enfermedades de esta campaña, Bustingorri comentó que que “en los monitoreos estamos empezando a ver enfermedades de fin de ciclo, con gran presión de septoria y cercospora kikuchii y en algunos lotes vemos mancha de ojo de rana”.
De acuerdo con trabajos de BASF y referentes, según la zona y agresividad de septoria o cercospora kikuchii podrían llevarse entre 200 a 450 kilos de rendimiento si no se hace un correcto control. Otras enfermedades más agresivas, como mancha ojo de rana o roya, pueden recortar de 700 a 1.500 kilos.
Según Bustingorri. “Desde BASF recomendamos el monitoreo continuo de enfermedades y plagas, hay que estar atentos a las dos porque generan perjuicios económicos importantes. Si empezamos a observar que llegamos a los umbrales de aplicación de cercospora, septoria, tratar de hacer aplicaciones preventivas. Generalmente el productor espera y cuando decide aplicar no puede hacerlo en tiempo y forma. Ahí juega la decisión agronómica del mejor momento para aplicar fungicida y la logística productiva sobre cuándo se puede entrar al lote”.
En cuanto al momento de aplicación, “nuestra principal recomendación es hacerlo temprano, ante la aparición de los primeros síntomas cuando hay condiciones hídricas predisponentes entre R2 y R5. Si tenemos más de 50 mm de lluvia, hay respuesta a fungicidas en más del 80% de los casos”, describió el Gerente de Marketing de Cultivos de BASF.
En cuanto a la propuesta de la compañía, “recomendamos Opera, líder en el segmento y este año estamos introduciendo un producto nuevo, Priaxor, una mezcla de una carboxamida con una estrobirulina, una familia química nueva que nos concede más contundencia y residualidad de control. En un año con condiciones hídricas y con enfermedades avanzando, es una muy buena recomendación”.
“No proteger a los cultivos en tiempo en forma nos expone a perder muchos kilos que, al final del día en años donde las rentabilidades se ajustan más”, concluyó Bustingorri.
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