En el marco del seminario organizado en Paraná por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), su presidente Ulises “Chito” Forte abarcó varios temas relacionados con la actualidad de la carne vacuna argentina en el actual contexto. Sobre el resultado electoral que consagró a Alberto Fernández como presidente electo, Forte consideró que en las últimas elecciones se
demostró que “cambió el signo político pero la sociedad no dio ningún cheque en blanco. Ahora estamos en una tensa calma e incertidumbre hasta el 10 de diciembre porque no sabemos qué pasará, porque vivimos una transición política lógica sin definición política”.
Con respecto a la expectativas sobre el nuevo gobierno, teniendo en cuenta las restricciones a la exportación de carne vacuna en el mandato de Cristina que repercutió negativamente en la producción, el presidente del IPCVA opinó que “me imagino un Estado más activo, más intervencionista y esperamos que las intervenciones sean virtuosas y no distorsivas. Los errores cometidos no se pueden repetir porque el mundo es otro. Sobre el cierre de exportaciones, no puede volver porque el mundo es otro. Además, China necesita alimentos y nosotros necesitamos a China. No hay más soja de 650 dólares y además sería un gran error estratégico. La carne que se lleva China no se la damos ni al perro, el hueso con carne que se lo tirás al perro lo están pagando 4.000 dólares, por eso no tiene sentido dejar de vender lo que no consumimos”.
La devaluación de agosto generó un atraso en el precio de la carne. Forte lo atribuye a que “el principal cliente, el mercado interno, está sin plata. El precio viene siendo traccionado por la exportación. Con las leyes de oferta y mercado, la industria consumera está pasando momentos muy críticos y la exportadora está ganando fortunas”.
El presidente del IPCVA considera que se están faenando entre 9 y 10 millones de animales jóvenes al año, lo que denomina como “ternericidio” y considera que si a la vaquillona o novillo se lo llevara de 320 –350 kg a 420 – 450 kg, la calidad de la carne seguiría siendo la misma con la misma terneza y sabor. “Si a 10 millones de cabezas se le agregan 50 kilos más de carne, se obtendrían 500 mil toneladas adicionales para vender al exterior, manteniendo el mercado interno con la misma cantidad de animales”.
Forte sostuvo que para alcanzar el objetivo de aumentar la productividad de la ganadería argentina, “debe estar el Estado y el crédito. Si una jaula más de novillos implica tener seis meses más a los animales en el campo se pagan más impuestos, más intereses y encima te castigan impositivamente, entonces es mejor que se lleven el ternero. Hoy el mercado ordena matar animales jóvenes, pero si a ese mercado le ponés el Estado al lado, vamos a animales más pesados”.
Por Luis Machado para Super CAMPO.
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