Con la publicación de las estimaciones para la soja del ciclo 2019/20, que comenzó a sembrarse este mes en el Noreste, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires completó sus proyecciones para toda la campaña agrícola argentina que se inició en mayo con la siembra de trigo y que culminará en el invierno del año que viene.
La nota está en que habrá récord en área sembrada pero que eso no redundará en una cosecha mayor. Por el contrario, se anticipa que la suma de los seis granos principales del país (soja, maíz, trigo, girasol,
cebada y sorgo) será menor a la de la campaña 2018/19, mayormente arrastrada por una importante caída en la producción sojera.
La disminución en la producción total de granos será de 3,6 millones de toneladas, con lo cual la cosecha global disminuirá de 135,3 millones de toneladas del ciclo pasado al proyectado de 131,7 millones de toneladas para 2019/2020. En cuanto a la superficie
sembrada, la BCBA espera un aumento de 70.000 hectáreas, alcanzando los 34.000.000 de hectáreas (la campaña pasada ocupó 33.530.000).
Principalmente, la razón de la menor producción está en los rindes: la nueva campaña no tendrá el alto nivel de lluvias de la anterior.
Otros motivos son las dudas que vienen del mercado internacional y la incertidumbre política en Argentina tras la derrota del Gobierno en las elecciones PASO y la posibilidad de que vuelva al poder el kirchnerismo. “Vemos claramente que para esta campaña los precios vienen por debajo de la campaña anterior, con una variación 5% negativa, tanto para el maíz como para la soja”, describió la economista de la Bolsa de Cereales porteña, Milagros Ibarguren.
Describió que hasta mediados de agosto el maíz presentaba “muy buenas perspectivas” pero ocurrió la baja de los precios internacionales, luego de que el Usda vio una mejor condición de los cultivos estadounidenses. Y en Argentina se produjo la devaluación después de las PASO que cambió los márgenes.
“Hace dos semanas veíamos que la soja iba a perder superficie pero supo capturar el ‘enfriamiento’ del maíz y las pérdidas del girasol”, señaló el jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCBA, Esteban Copati.
Tras los cambios en el contexto, la entidad le dio a la oleaginosa un área de 17.600.000, que son 200 mil/ha más que las plantadas el ciclo anterior. Sin embargo, “en producción no creemos que vaya a superar impresionantes 55,1 millones de hectáreas de la campaña pasada”. El número 19/20 es 51.000.000 toneladas, unos 4,1
mill/tn menos.
Las razones de la merma están en que “pese al buen escenario climático, es muy difícil lograr el récord de productividad que hemos registrado durante la campaña pasada”. Copati señaló que “hasta hace un mes coincidíamos en que el área de maíz podría incrementarse 6,6%, alcanzando un potencial de siembra de 6,7 millones de hectáreas”.
La estimación de área maicera de la BCBA es de 6,4 millones de hectáreas (un incremento de sólo 100 mil has, 1,3%). Para la cosecha: 50 mill/ tn, unas 600 mil/tn menos. Por su parte, el trigo con 6,6 millones de hectáreas tiene 400.000 hectáreas más que el ciclo pasado. “La producción de 21 millones de toneladas sería récord”, repasó Copati. El sorgo capturaría parte de los que dejaron de sembrar maíz, con 750.000 hectáreas y 2,5 millones de toneladas de producción. En esta campaña perderán terreno los cultivos de cebada (50 mil has) y el girasol (250 mil has) con respecto a la campaña pasada.
Por Gabriel Quaizel para Super CAMPO.
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