Alrededor de unas mil empresas acopiadoras de granos de todo el país podrán incorporar paulatinamente un manual de Buenas Prácticas de Acopio para la conservación de los granos y certificar esos procesos, luego de la firma de un convenio de cooperación mutua entre la Federación de Centros de Acopiadores, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el IRAM. Con este convenio la federación se adelanta a los acontecimientos para orientar a sus asociados en la implementación de esas buenas prácticas para alcanzar la certificación de calidad, temas que se verán en el futuro.
CONOCIMIENTO. Para generar conciencia entre los acopiadores sobre la necesidad de incorporar las BP de Acopio y Normas de calidad, la entidad ya inició un ciclo de charlas en su sede central y suma visitas a las plantas acopiadoras del interior. Ofrece además una copia del convenios, videos y detectan a empresas líderes, para que otras sigan el ejemplo. “Hubo ejemplos de empresas que ya certificaron la calidad de los procedimientos con resultados muy favorables para el comercio de granos”, explica Raúl Dente, Asesor General de la Federación de Centros de Acopiadores de Cereales a Super CAMPO.
La incorporación de estas prácticas, significan la sistematización y estandarización de las tareas y la capacitación de todo el personal: “La experiencia nos dice, que su implementación se refleja en economía, abaratamiento de costos y evita la aparición de ciertos problemas, como accidentes. Es cambiar el procedimiento respecto de cómo la empresa venía trabajando”, detalla.
OBJETIVO. Argentina posee una capacidad de almacenamiento en silos fijos que oscila entre 75 y 80 millones de toneladas de granos anuales. “A partir de la incorporación de estas prácticas las empresas se ponen a la altura de las circunstancias sobre la base de las certificaciones de las Buenas Prácticas”, recomienda Dente.
Para que los asociados de la entidad comiencen a adentrarse en la temática, se elaboró una guía de todos los elementos que los acopios deberían tener en cuenta para incorporarlos a un manual adaptado a las necesidades de cada empresa. “Una vez que la empresa tiene definido su manual y se aplican las herramientas de estandarización en cada una de las etapas que forman parte del proceso de acopio, el IRAM certifica el cumplimiento de los procesos que se deben seguir y que la empresa garantice con las Buenas Prácticas”, explica Dente.
La forma de cargar la mercadería en el campo, su recepción en la planta, los procesos de limpieza aplicados a los granos, la forma de distribución, son los pasos a seguir por cada empleado en las tareas asignada, para conservar la calidad de los granos que pasan por la planta.
SILOS. En el marco de las BPA, los silos fijos deben tener los mecanismos de aireación en óptimas condiciones, sensores para controlar la temperatura de los granos y mantener una temperatura ambiente que impida la proliferación de insectos. En el proceso de almacenamiento de la mercadería se debe controlar que ingrese al silo en determinadas condiciones de secado y limpieza, verificar que los procesos de carga se hagan de acuerdo al manual de buenas prácticas, para que llegue en condiciones óptimas a su destino final.
En el proceso de BPA se debe establecer que las condiciones de zarandeo y secado de los granos se ajusten al porcentaje de humedad que trae el grano, así como determinar las condiciones de almacenamiento de la mercadería en función de lo que uno quiera: “Puedo establecer los beneficios de la mezcla, mezclar una mercadería con otra o segregar algún tipo de mercadería. Todo esto debe estar consignado en un manual, de modo que los procesos no queden a voluntad de una persona y respondan a una serie de normas pre establecidas para garantizar la calidad de esos granos”, detalla Dente.
SILOBOLSA. Dente asegura que estas Buenas Prácticas también deberían aplicarse al silobolsa realizando un determinado tipo de control periódico de calidad al inicio del embolsado, que incluya
la determinación de la humedad, de la temperatura y control de insectos al embolsa la mercadería y en el momento de cargar los granos en los camiones cuando van directamente a puerto. “Los granos que provienen de un silo bolsa presentan cierto riesgo porque depende del tiempo que hayan estado almacenados y en qué condiciones se encuentran. Se supone que a un silobolsa estibado en una planta de acopio se le efectúan los controles periódicos que requiere y estará sometido a un mejor control de calidad que uno ubicado en medio del campo”, añade.
CONCIENCIA. Para lograr la incorporación de las pautas de trabajo establecidas en el Manual “debemos elegir a una persona del grupo de trabajo de la empresa, no el dueño, que proponga esto como finalidad y que imponga al resto de la gente la necesidad de trabajar en ese sentido. Ocurre que la persona muestra resistencia a los cambios, porque al estar acostumbrada a hacer una tarea de determinada manera, cree que está bien y no advierte que puede haber otra forma de hacerlo”, explica.
VALOR AGREGADO. Javier Ibáñez, Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), afirmó que la firma del convenio que se concretó con la Federación del Centro de Acopiadores de Granos y el IRAM, para el INTI es muy importante, en particular para nuestro centro tecnológico de Cereales y Oleaginosas de Nueve de Julio, porque junto a Nicolás Apro, director de la Filial, siempre tuvimos un conocimiento y una responsabilidad con el sector. El sector acopiador, en este caso, es un eslabón muy importante en la cadena de valor para el sector. Creemos que este manual de Buenas Prácticas es un paso más en la infraestructura de la calidad, de modo que instituciones ligadas a la calidad como el IRAM y el INTI puedan ofrecer instrumentos para que el sector pueda mejorar en ese aspecto.
Las Buenas Prácticas de Acopio es un manual que representa un elemento esencial para los actores del sector para que puedan generar más valor que beneficie al sector. Nosotros tenemos un compromiso fuerte con la industria para que se desarrollen nuestras empresas. Sabemos de la importancia del sector agroindustrial en la Argentina, muy caro al sentimiento de los argentinos y muy importante para el desempeño como país. Por eso este aporte que hacemos desde el IRAM y el INTI contribuirá a darles a los industriales una herramienta que será muy útil para su negocio.
Por Eduardo Bustos para Super CAMPO.
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