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Agricultura

01/06/2018

Año clave para la siembra de trigo

Los técnicos del INTA recomiendan realizar un control temprano de las malezas. A la hora de vender sugieren cerrar contratos con precio a cosecha. Control de malezas, elección de variedades, rotación, clima y mercado y más aspectos para tener en cuenta.
Es importante realizar un correcto entendimiento del desarrollo del cultivo para decidir cuándo sembrar y efectuar algunas prácticas de manejo.

Los especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la sede de Oliveros, Santa Fe, recomiendan planificar la campaña para optimizar los resultados agronómicos, financieros y comerciales del cultivo de trigo elección de variedades, rotación y poner el foco en el control de malezas porque es un año clave para la siembra del cultivo de trigo.

De acuerdo con los especialistas, el impacto de la sequía en la productividad de los cultivos de soja y maíz condujo a que la situación financiera de muchos productores esté seriamente comprometida. En este contexto, la siembra de trigo lidera el centro de atención. Julio Manuel Castellarin, técnico del Inta Oliveros destacó la importancia de considerar, al momento de planificar los cultivos para esta campaña, que la soja ocupa anualmente entre el 70 y 75 % del área sembrada en el centro-sur de Santa Fe.

En este sentido, recordó que “existen ensayos de larga duración en la región pampeana que reafirman que la inclusión de trigo y maíz en la secuencia de cultivos mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, al tiempo que cada uno de los cultivos de la rotación rinde en promedio un 10 % más que si cada uno de estos cultivos se hiciera en monocultivo”, detalla Castellarín. “Además, esta secuencia permite un control más eficiente de aquellas malezas denominadas comúnmente como duras”, amplía el especialista del Inta Oliveros.

Asimismo, el técnico advierte que “el monocultivo de soja genera una pérdida continua de la materia orgánica en el suelo, que incide negativamente en la economía del agua y limita seriamente su capacidad productiva”.

En cuanto al pronóstico del tiempo estimado, Castellarín cita al Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y su estimación de contar, para el trimestre mayo-junio-julio, con una alta probabilidad de precipitaciones que oscilarían entre normal o inferior a la normal y con temperaturas superiores a las normales.

Frente a este pronóstico, el especialista destacó la importancia de contar con “un correcto entendimiento del desarrollo del cultivo” para decidir cuándo sembrar, como así también predecir el momento óptimo para efectuar algunas prácticas de manejo y ubicar las etapas más sensibles del cultivo en condiciones ambientales menos riesgosas.

Con respecto al rendimiento posible de alcanzar en la región, Castellarín recuerda que, en las 12 últimas campañas, el 67 % de los rendimientos promedio fueron de buenos a muy buenos, y en el 33 % restante fueron de malos a regulares, principalmente por estrés hídrico de distinta severidad.

El promedio de rendimiento de las 12 campañas supera los 4000 kilos por hectárea en ambos ciclos de precocidad tanto para ciclos largos como cortos.

En cuanto al manejo de malezas, Juan Carlos Papa, también del Inta Oliveros, asegura que “no existen recetas fijas, protocolos o procedimientos universalmente válidos para su manejo exitoso” y que si bien “las especies de malezas que pueden afectar al cultivo son otoño-invernales, variarán en función de las condiciones agro-edafo-climáticas imperantes”. De todos modos, recomienda comenzar temprano con las prácticas de control, generalmente en el corto barbecho previo a la siembra, con herbicidas de acción total y, eventualmente, la participación de un herbicida residual.

Fuente INTA

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