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21/10/2017

La papa como moneda de cambio por tecnología

En el suplemento de Super CAMPO de este sábado en Diario PERFIL conocé algo más sobre la forma en que trabaja la industria con algunos productores paperos. Previsibilidad en el largo plazo y mejores expectativas como alternativas destacadas.

La producción de papa en la Argentina tiene sus ciclos positivos y otros que pueden dejar a más de un productor al borde de la quiebra. Se trata de un cultivo que hoy insume unos 7000 dólares de costo por hectárea, y que también puede sucumbir por las inclemencias climáticas. O por las fluctuaciones de los precios. Hoy, el kilo de papa está en unos $3,50. En ese ir y venir, la industria aparece, para algunos productores locales, como una interesante alternativa para conseguir estabilidad en el tiempo.

“La industria nos dio la tranquilidad y la seguridad del largo plazo y nos ayudó a tecnificarnos”, dijo Alfredo Pereyra, productor de Otamendi que desde hace 20 años produce papa para la firma, e incluso actualmente logró sumar a sus dos hijos a la actividad. Además, participaron junto a sus pares en el evento “Iniciativa de Agricultura Sustentable”, un programa global de mejora continua basado en indicadores ambientales, sociales y económicos para agricultores que abastecen con sus productos a PepsiCo.

Vale destacar que la firma en Argentina compra anualmente en promedio 50 mil toneladas de papa (el 80% proviene de las zonas de Balcarce, Otamendi y Tandil); 10 mil toneladas de avena en cuatro regiones de Argentina; y 2 mil toneladas de maíz en la provincia de Buenos Aires. “En el transcurso de este año planeamos invertir más de 21 millones de dólares en compra de materias primas agrícolas”, adelantó Nelson Campos, gerente de Agronegocios para el Cono Sur, que trabaja desde hace casi 30 años en la firma. “Creemos que nuestro éxito financiero, el desempeño, debe ir de la mano con nuestras responsabilidades sociales – ambientales”, precisó. “Hay que ser sostenibles financieramente para respaldar cualquier proyecto que querramos hacer. Por eso nos focalizamos en la sustentabilidad en el agro. La operación de Argentina es la única certificada con el sello Rainforest en el mundo. Quiero destacar que en este grupo de productores que nos venden papas hay convicción. Aquí, en la Argentina, se produce la única papa del mundo que tiene esta certificación altamente exigente. Y nos acompaña en nuestra iniciativa de agricultura sustentable que implica poner menos y sacar más. Manejo y productividad, eliminar el uso de recursos innecesarios disminuyendo riesgos, es un proceso que dura entre tres y cuatro años”, indicó.
La compañía trabaja con contratos con precio y volumen definido, aunque los precios se van actualizando según la realidad financiera del pais. En cuanto a la gestión del modelo, para Campos “el truco es que le exigimos qué parte de la utilidad la inviertan en nuevas tecnologías”, destacó en la presentación a la prensa. Y aquí aparece una idea interesante de financiamiento. “Para cumplir con nuestras propias metas de sustentabilidad necesitamos productores que apunten a la calidad. Financiamos la compra de la tecnología que el productor planificia en su emprendimiento y arreglamos el pago a cosecha con producción”, agregó Nelson Campos, al explicar cómo los productores se convierten en socios comerciales de la marca. Aquí nadie es solo. Sino que el mejor negocio es el que se logra produciendo integrados. El modelo de PepsiCo para sus proveedores de agro se dio en un contexto de fuertes complicaciones para conseguir créditos (gobierno anterior).

La compañía tuvo una interesante visión y sumó la idea de cambiar papa por tecnología. Algo que en Europa no se consigue.. Y es que las crisis, también son grandes oportunidades.

Por María Lorena Rodríguez, Editora Super CAMPO

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