Si bien son oriundos de Asia y Europa, hoy podemos encontrar arándanos en todo el mundo procedentes de cosechas locales. Desde hace miles de años son utilizados para la prevención o analgesia de diversas enfermedades. Estos frutitos mágicos poseen, además de un delicioso sabor, más del doble de vitamina C que una naranja.
En cuanto a su aporte nutricional, además de ser muy ricos en vitamina C también aportan grandes cantidades de flavonoides (antioxidantes), potenciando nuestro sistema inmune. La vitamina C es además indispensable para la fabricación de colágeno y antioxidantes para prevenir y atenuar los efectos del paso de los años en nuestras células.
Son sumamente utilizados para prevenir enfermedades del tracto urinario y de la zona pélvica. Tienen poder desinflamante, antibiótico y desinfectante. Y aportan una buena cantidad de fibra, potasio, hierro y calcio.
En la cocina son sumamente versátiles. Se pueden preparar budines, galletas y tortas con arándanos; licuados, mermeladas y chutneys; agregarlos a postres helados o ensaladas de frutas. Van deliciosos combinados con quesos suaves o fuertes y pueden acompañar perfectamente una carne como salsa.
FUENTE: Mariana Bisso de Cocina Mona exclusivo para Sabe la Tierra.
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