La resistencia de malezas a herbicidas es una amenaza creciente para el sistema agropecuario en nuestro país. Su aparición se da como resultado de un proceso biológico evolutivo, donde se seleccionan individuos resistentes ante la aplicación de un mismo principio activo (herbicida) en forma frecuente. Este último ejerce una presión de selección sobre la población y provoca el aumento de la cantidad de individuos resistentes sobre el total poblacional.
Esta situación genera la necesidad de una aplicación de medidas complementarias, como un diseño estratégico integral de control y el aumento de los costos por la competencia que ejercen las malezas sobre los cultivos. Por otro lado, el incremento de biotipos resistentes en los cultivos provoca disminución productiva y dificultad en su manejo.
Al respecto, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publica en su web el listado de especies de malezas con resistencia a distintos principios activos de herbicidas, información que surge del trabajo conjunto entre el organismo y los expertos en la temática.
Los casos confirmados de malezas resistentes en la Argentina son:
Hirschfeldia incana (Nabillo), Avena fatua (Avena negra), Amaranthus palmeri (Yuyo colorado), Amaranthus hybridus (Yuyo colorado), Brassica rapa (Nabo), Conyza bonariensis (Rama negra), Conyza sumatrensis (Rama negra), Cynodon hirsutus (Gramilla rastrera), Digitaria insularis (Pasto amargo), Echinochloa colona (Capín), Eleusine indica (Pata de ganso), Lolium Multiflorum (Raigráss anual), Lolium perenne (Raigrás perenne), Raphanus sativus (Nabón), Sorghum halepense (Sorgo de Alepo).
Para comunicar al Senasa la sospecha de nuevas especies resistentes y/o áreas afectadas, se debe ingresar en el sitio web del Sinavimo (www.sinavimo.gov.ar), donde se encuentra disponible el formulario “Comunicación de detecciones: Resolución 778/04”.
Historia de las malezas resistentes en la Argentina
En 1996, se autoriza en la Argentina el primer evento de soja (40-3-2) tolerante al herbicida glifosato, tecnología que contribuyó a la mayor eficiencia en la producción agrícola.
En el 2006 fue confirmado el primer caso de Sorgo de Alepo (Sorghum halepense) resistente al herbicida glifosato en la Argentina y en el mundo.
Por las serias implicancias económicas en la agricultura argentina derivadas por la resistencia de malezas a herbicidas, se trabaja en un plan de diagnóstico con la participación de productores y técnicos del sector público y privado.
Es por ello, que en el 2007, el organismo crea la Comisión Nacional Asesora sobre Plagas Resistentes (Conapre), integrada por instituciones y organismos relacionados con la protección vegetal, la investigación, las organizaciones de productores, los semilleristas y las cámaras de productos fitosanitarios.
A partir del 2015, el Senasa y la Asociación Argentina de Productores de la Siembra Directa (Aapresid) elaboran, en el marco del Programa “RED de Conocimiento en Malezas Resistentes” (REM), un diagnóstico de la situación de las principales malezas resistentes a herbicidas en la Argentina y su distribución territorial para instrumentar de manera cooperativa.
FUENTE: Senasa
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