“Si bien la avena es un cultivo, principalmente, implementado para la obtención de semillas y uso forrajero, se abre una nueva oportunidad al producirlo en granos para consumo humano”, explicó Liliana Wehrhahne, especialista de la Chacra Experimental Integrada Barrow (convenio MAIBA INTA).
En este sentido, la especialista fue más allá y aseguró que “en siembras destinadas solo para la producción de granos, con los nuevos cultivares y en ambientes favorables, es posible superar las 6 toneladas de grano por hectárea en secano, llegando a 10 toneladas con regadío”.
En referencia a las numerosas ventajas del cultivo, la técnica destacó su alta relación carbono nitrógeno por lo que, en algunas regiones, resulta un cultivo interesante para la rotación de cultivos o bien como protector del suelo. Incluso, en otros países, se cultiva para la producción de biomasa con fines energéticos.
Se trata de un grano con un alto contenido de proteínas de alto valor biológico con aminoácidos esenciales y fibra, que resulta beneficioso para la alimentación tanto animal como humana. Además, posee una gran adaptabilidad a la región y es de simple manejo.
Fuente: INTA
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