Los valores de la hacienda en Liniers recortaron posiciones respecto a la fuerte suba que se registró por las Fiestas de fin de año, pese a que aún mantienen un alza promedio de un 14% respecto a mediados de noviembre pasado, cuando comenzaron, según señala el Gobierno, las «actitudes especulativas» dentro del mercado.

Fuentes privadas indicaron que con un precio que ronda los $70 a $80 el kilo, los cortes populares exhiben una tónica estable o de leve alza respecto a los precios fijados antes de las subas registradas a fin de año.

Según se advierte en las pizarras de las carnicerías en el Área Metropolitana, sólo se constatan recortes en los valores de los cortes Premium. «El lomo, que trepó a $ 150 por kilo, hoy se consigue a $120, algo que no se ve en los cortes más populares», explican en los mostradores de las carnicerías.

En tanto, en el Mercado de Liniers los novillos registraron un alza de un 42% en la segunda quincena de noviembre (cuando se pagaba $28 el kilo vivo), y actualmente -tras recomponer su valor luego de las Fiestas y con el arranque del verano- sólo mantienen (con un precio de $20,6) un incremento de un 13% respecto a mediados de noviembre.

Lo mismo sucede con los valores de la categoría de terneros: el 17 de noviembre se pagaba el kilo vivo en Liniers $22,9 y a comienzos de diciembre dicho valor trepó un 32%.

Finalmente, hoy el kilo vivo de novillo -uno de los animales más requerido por los frigoríficos- se abona a razón de $26,4, cifra que apenas registra un alza del 15% contra el precio pagado a mediados de noviembre.

Para los ganaderos y ante el arranque formal de la temporada estival, el mercado cárnico se mantiene «sostenido» y con muchas firmas consignatarias, frigoríficos y productores pensando en las posibilidades de exportar tras la decisión oficial de eliminar retenciones y ROE.

Sin la posibilidad de atender un aumento en la demanda doméstica y que solo podría gestarse a partir de marzo, el sector cárnico sabe -y más luego de haber incrementado como nunca los precios casi un 40% en diciembre para el gordo- que no tiene posibilidad de optar por nuevos ajustes.

Si bien podrían acelerarse las demanda de carne bovina en febrero, algunos consignatarios apuestan a un reacomodamiento de los precios de la hacienda a cuenta de la demanda que se producirá para los valores de la cría, a la vez que se esperan muchos terneros para marzo tras el destete.

Consultados por esta agencia respecto a la evolución futura que presentarán los precios del sector, tanto ganaderos como consignatarios apuestan a que «no habrá aumentos» no solo por la falta de mercado interno e ingreso de nuevos terneros sino también por las amenazas oficial de importar carne para regular los precios.

Aunque Ciccra admitió un incremento del 62% anual en los precios y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires consignó un ajuste en los precios cárnicos de un 35,5%, fuentes sectoriales admitieron que la carne para la venta minorista concluyó con un alza de entre el 70%  y el 80%, que se vio acelerada en diciembre por las expectativas devaluatorias que abrió el balotaje del 22 de noviembre.

¿Se abre la importación?

El gobierno nacional amenazó ayer nuevamente con permitir la importación de carne vacuna para regular los precios domésticos, contra «actitudes especulativas» presentes en el mercado, luego de la fuerte suba registrada en diciembre pasado.

Según indicó el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, «si es necesario» se autorizará la compra al exterior de cortes cárnicos para evitar subas en los precios en las carnicerías y supermercados. Pero desestimó la posibilidad de que se habilite «una importación masiva de productos» agropecuarios para no crearle «problemas al empleo argentino».

El funcionario sostuvo que durante las últimas semanas, y especialmente durante diciembre, hubo una «desaparición» de la oferta cárnica «por fin de año, por ser fecha de cierre de balance» y también mencionó que el producto «desapareció porque hay una actitud de especulación de un negocio».

Buryaile se expresó en línea con los dichos de la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, que en declaraciones a medios extranjeros dejó abierta la opción de importación de carne para contener las subas de precios en el mercado local.

«Nosotros no vamos a tener importación masiva de productos bajo ningún punto de vista porque eso es generar problema al empleo argentino. Por lo tanto, nos vamos a sentar con los supermercados, con la industria, con los sectores de la producción» por este tema, señaló Buryaile.

Respecto a la necesidad de recomponer los rodeos y aumentar el peso de faena requerido para atender el mercado interno y la exportación, el funcionario explicó: «No vamos a permitir que haya escasez: como Gobierno no vamos a importar, pero si es necesario y alguien pide autorización para importar lo vamos a hacer».

Buryaile aseveró que se está, desde Agroindustria, «trabajando con la Secretaría de Comercio para tratar de encontrar un esquema de precios que permita contener la inflación y mantener el poder de los salarios».

«Lo que nosotros vamos a hacer a partir del 1 de marzo en el Congreso o sesiones extraordinarias si así lo decide el Presidente es mejorar el poder adquisitivo de determinados estratos de la sociedad con la eliminación del IVA en los productos de la canasta básica, para darle mayor poder de compra. Vamos a trabajar muy fuerte para que en la Argentina haya mayor oferta de bienes, de manera tal que no haya faltantes y no sea la variable de ajuste el salario», explicó.

Sobre el precio de la carne, el funcionario evaluó: «Deberíamos estar en condiciones de esperar una mejora del precio para el consumidor, y un quedarse del precio, digo porque depende de los cortes; algunos cortes se acomodarán, y otros se mantendrán».

FUENTE: DyN