Productores frutícolas del Comahue cumplieron ayer el cuarto día de piquetes en las zona rural de Allen, Río Negro, donde reclaman medidas oficiales para atender la problemática fitosanitaria para la producción de peras y manzanas, y dispusieron continuar con el bloqueo de caminos rurales por otras 24 horas.
«Por unanimidad varios centenares de productores reunidos en asamblea en Allen decidieron quedarse y seguir con esta manifestación, y mañana (por hoy) se volverá a analizar la situación con una nueva asamblea», aseguró Jorge Figueroa, presidente de la Federación de Productores de Frutas de Río Negro y Neuquén.
Figueroa afirmó que, tras cuatro días de piquetes, no han tenido respuesta ni contactos con funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, «quienes tienen la vista puesta en otros temas», y consignó además: «Tenemos un compromiso del gobernador rionegrino Alberto Weretilneck de recibirnos el próximo lunes, siempre y cuando se levanten las medidas». «Esto es lo que se analizará mañana (por hoy)», explicó el presidente de la federación frutícola.
Durante la protesta, que cumplió ayer cuatro días de piquetes, los productores de frutas del Comahue bloquearon con camionetas, troncos y carpas los caminos rurales ubicados próximos a la ruta 22, entre las localidades rionegrinas de Allen y Fernández Oro.
Con los bloqueos, los frutícolas lograron paralizar toda la operatoria de las plantas separadoras de gas y los pozos de extracción de petróleo de una empresa subsidiaria de YPF, que emplea a unas quinientas personas y moviliza el 50% de la producción de gas de Río Negro.
Es por ello que YPF consignó en las últimas horas que se siente «rehén» de la protesta encarada por la producción frutícola e informó que por ello «ya realizó las denuncias correspondientes» ante las autoridades.
Al respecto, Figueroa aseguró: «No hemos tenido contacto con YPF, aunque tenemos idea del comunicado de la empresa, y realmente estamos conmovidos por esta situación».
Figueroa consignó que «durante el 2015 el sector frutícola ha tenido que enfrentar una pérdida de u$s380 millones por caída de exportación, frutas que no se pueden vender ni cosechar y la baja rentabilidad, producto de la falta de respuesta y medidas oficiales».
«Hoy reclamamos ayuda para cumplir con un plan fitosanitario, y si bien el gobierno nacional y provincial han puesto recursos, la falta de competitividad y la pérdidas registradas requieren hacer esfuerzos para encarar una nueva temporada que se puede perder si no hay un acompañamiento en la lucha contra las plagas. Queremos llegar al 2016 con fruta de calidad para que sea aceptada en los mercados», concluyó Figueroa.
FUENTE: DyN
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