La avícola Rasic Hnos. comercializa los pollos "Cresta Roja".

Trabajadores de la empresa avícola Cresta Roja bloquean por quinto día consecutivo el tránsito en la autopista Jorge Newbery para repudiar despidos, a la altura del límite de los partidos bonaerenses de Ezeiza y Esteban Echeverría. Los operarios también obstruyen la circulación vehicular en la ruta 205 y Quinta Avenida, en Ezeiza.

Fuentes de la concesionaria Autopistas al Sur confirmaron que el corte en la Jorge Newbery se realiza desde las 6 en el kilómetro 31,500 de la autovía, mano a la Capital Federal.

En tanto, el trabajador Julio Gramajo dijo a la agencia de noticias DyN que operarios de Cresta Roja marcharán a la Municipalidad de Ezeiza desde las 9 «sin levantar los cortes».

Por su parte, el ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, aseguró el miércoles que, «en los primeros minutos» de esa jornada, «se firmó un acuerdo» en la cartera laboral provincial «que implica la reincorporación de la totalidad de los trabajadores». No obstante, Gramajo insistió hoy con que «no hubo reincorporación de despedidos» y que los trabajadores en conflicto no recibieron «ninguna propuesta» de resolución «por escrito».

Además, expresaron en un comunicado difundido anoche que «habían alcanzado un acuerdo», pero «la resolución del conflicto está empantanada por caprichos de la patronal que pretende retroceder e imponer condiciones que nos perjudican».

«Exigimos que deje de extorsionar a los trabajadores y que el Ministerio deje de avalar estas maniobras. Exigimos que aparezca el acta acuerdo original para que podamos volver a trabajar», agregaron.

Cuartango manifestó el miércoles que la empresa avícola prometió reabrir sus puertas «con un compromiso de que no haya ningún despedido y una cláusula de paz social hasta fin de año».

Cresta Roja, que pertenece al grupo Rasic Hnos., cerró sus plantas de procesamiento en Ezeiza y en Monte Grande, donde ocupaba a 1.800 personas, en medio de una disputa con el Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación y crecientes problemas económicos.

Si se suman las granjas, el personal afectado supera los 3.000 trabajadores. «Hubo negociaciones donde se generó una especie de ingeniería financiera, que le permite a la empresa hacerse de los alimentos necesarios para retomar el ciclo productivo de su producción de pollos y, consecuentemente, la faena», concluyó Cuartango.

FUENTE: DyN