La siembra de trigo tendría un incremento interanual de hasta un 17% gracias a las buenas condiciones climáticas y la mejora que presenta el precio del cereal en el orden internacional, señaló ayer Daniel Miralles, investigador de la Facultad de Agronomía de la UBA.

El docente de la FAUBA precisó que los puntos clave para promover el crecimiento del área triguera pasarían por «eliminar los cupos de exportación y reducir las retenciones» y recordó que «este cultivo es clave en los esquemas de rotación».

Según Miralles, sembrar este cereal reportaría mejores condiciones que otras alternativas tales como la colza o la cebada, por lo que se augura «una mejor campaña triguera» respecto a los últimos años, en los que se «perdió una gran superficie de siembra».

El especialista de la UBA estimó en un informe que «este año» la superficie a cultivar con trigo «aumentaría entre un 15 y 17%, para alcanzar las 4,5 millones de hectáreas en la Argentina».

Miralles estimó que gracias a las condiciones actuales, «el trigo vuelve a generar expectativas de crecimiento» tras varios años con una «disminución fuerte» en el área cultivada, aunque aseguró que «los números están lejos de los históricos, puesto que hasta no hace muchos años el cultivo ocupaba 7 millones de hectáreas», dijo.

El especialista consignó además que las expectativas de rendimientos también «son alentadoras», por las buenas condiciones hídricas de los suelos en las zonas productivas y los pronósticos climáticos para el resto del ciclo, sumado al lanzamiento de nuevos cultivares con altos potenciales de rendimiento.

«Con la siembra estimada, si el clima acompaña y no hay ataques de enfermedades como en el ciclo pasado (afectado por fusarium), el consumo interno estaría asegurado«, afirmó el docente de la UBA.

En tanto, señaló que algunas regiones del país, como el Litoral y aquellas zonas deprimidas del centro de la provincia de Buenos Aires, registraron un exceso de lluvias y tienen napas a muy pocos centímetros de la superficie del suelo, con riesgo de anegamiento.

En estos casos, Miralles destacó que la siembra de trigo puede ser de ayuda, porque aumenta el consumo de agua excedente en períodos con baja demanda ambiental, como el invierno.

FUENTE: DyN

02 de julio de 2014