Organismos privados aseguraron que en 2013 se importaron 343 cosechadoras por un valor total de u$s46,1 millones, mientras que en 2012 fueron 863 equipos los comprados al exterior, a un precio final de u$s137,3 millones. En término de divisas, la caída interanual fue del 66%, informó el sitio Valor Soja.
Case New Holland (Fiat Argentina) fue la que declaró el mayor monto de importaciones, con u$s19,5 millones, seguida por John Deere (u$s16,4 millones) y Agco Argentina -Massey Ferguson, Challenger y Valtra- (u$s9,2 millones).
Voceros de la filial local de la compañía John Deere confirmaron que el año pasado ingresaron 138 cosechadoras, de las cuales 111 fueron usadas. Indicaron que estos equipos estuvieron «en tránsito» en el territorio nacional, ya que su destino final fue otro país.
En tanto, la sede argentina de la alemana Claas informó que no pudo importar ningún equipo en 2013 debido a que no dispuso de saldo cambiario a su favor. El año anterior había ingresado al país 134 cosechadoras por un total de u$s18,6 millones.
Expertos aseguran que el principal beneficiario de esta situación es la filial argentina de Case New Holland. Esto se debe a que como es controlada por el grupo Fiat, que exporta a Brasil grandes cantidades de vehículos ensamblados en la Argentina, cuenta con un mayor margen cambiario para importar equipos.
En tanto, el crecimiento de la brecha entre el dólar oficial y el de mercado o «blue», en medio de la escalada inflacionaria, llevó a que las empresas vendan maquinaria agrícola importada a modo de reserva de valor, ante la imposibilidad de comprar dólares en el mercado oficial.
23 de enero de 2014
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