Ya casi con 2013 finalizado, productores y exportadores comienzan con el balance anual. En el caso de los tucumanos, el impulso al cultivo y comercialización de arándanos fue muy importante, aunque debieron enfrentar varios inconvenientes, sobre todo relacionados con el tiempo.
«La temporada 2013 se presentó con muchas expectativas para los arándanos tucumanos, ya que países competidores tuvieron problemas climáticos que causaron una pérdida importante de la oferta, algunos con problemas de calidad. No obstante, Tucumán sufrió heladas en julio/agosto que generaron dos problemas: por un lado, pérdida en la oferta inicial y, por otro lado, un retraso de la cosecha. Nuestras estimaciones hablan de una merma en Tucumán, en esta temporada, de un 25% a un 30%«, informó Diego Décima, responsable de exportación de la empresa Frutucumán, a La Gaceta.
El empresario añadió que, «con respecto a los precios, los mismos comenzaron altos, comúnmente como sucede temporada a temporada, y fueron cayendo a medida que arribaba la fruta a los mercados tradicionales. Los mismos se han podido mantener a niveles aceptables estas dos últimas semanas, lo que producirá que Tucumán pueda seguir embarcando, inclusive hasta la semana que viene, algo que no fue común en temporadas anteriores».
A pesar de las inclemencias del tiempo que afectaron el volumen final de cosecha, Décima sostuvo que «la calidad de la fruta estuvo bastante bien». «Los clientes están muy satisfechos con la calidad de la fruta tucumana. Asimismo se puede observar que los clientes, a pesar de que ya han pasado entre 5 y 6 semanas de la temporada, siguen demandando nuestra fruta, porque la calidad sigue estando a la altura de los mercados», afirmó.
Con respecto a la nueva terminal de cargas inaugurada en septiembre en el aeropuerto tucumano Benjamín Matienzo, Décima opinó: «Las obras en el aeropuerto nos han permitido ser más precisos con la logística, ya que la fruta llega al aeropuerto y, de inmediato, se le puede dar el servicio de frío y de transporte, necesarios para mantener la calidad que el cliente y el mercado exigen».
Finalmente, sobre las modificaciones que debe implementar la exportación de arándanos de cara al final de la campaña y a la nueva de 2014, el empresario sostuvo que «hay muchas cosas que mejorar». «En lo logístico -explicó-, tener la disponibilidad de los transporte desde el inicio hasta el final. Respecto a la producción, poder contar con variedades que nos permitan llegar a tiempo a los mercados demandantes tradicionales. En el aspecto comercial, creo que debemos pensar en desarrollar estrategias para que nuestra fruta pueda ser aprovechada de la mejor manera por el cliente, creando ventajas competitivas y, asimismo, desarrollar mercados aún no descubiertos o poco explorados, que estarían dispuestos a consumir nuestra fruta».
«Este producto exige un trabajo profesional en el manejo de cada eslabón de la cadena del negocio, y esa profesionalidad debe ser bien coordinada y experta, porque es una operación y exportación muy violenta (muy activa, de ritmo intenso). Imaginemos que estamos exportando una producción importante en no menos de dos meses»,concluyó.
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