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Economía y mercados

17/04/2019

Miradas sobre los cambios en el peso mínimo de faena

El Gobierno Nacional fijó el peso mínimo en 140 kg para las hembras. La medida cosechó elogios y críticas por igual, desde los sectores de la producción.
Desde el sector del engorde a corral estiman que el nuevo peso de faena de hembras generará una baja de la inversión en proyectos productivos.

La Secretaría de Gobierno de Agroindustria de la Nación publicó una resolución que modifica el peso mínimo de faena de animales bovinos hembras, fijándolo en 140 kg peso res con hueso. Al respecto, el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Etchevehere explicó que«hay zonas de la Argentina que por la manera del sistema productivo hacen inviable la terminación de las hembras en los tiempos y manejos productivos que los machos para alcanzar el mismo peso. Es por ello que fue pertinente esta medida para que la producción de hembras encuentre oportunidades de abastecimiento de los mercados en condiciones económicas razonables”. Una vez publicada la resolución en el Boletín Oficial, los sectores en la producción de carne y la comercialización dieron sus opiniones.

EXPORTADORES. Desde el Consorcio de Exportadores de Carnes de Argentina (ABC) consideran que representa a los exportadores de productos cárnicos bovinos consideran que con esta medida “se producirá menos volumen de carnes, a contramano total de las políticas de los países competidores, que incentivan la faena de animales pesados y la recuperación en kilogramos del stock ganadero. Argentina volverá a tener medias reses de 70 kg en su comercialización de carnes, favoreciendo a determinados intereses particulares y castigando al bien general de todos los operadores de la cadena de ganados y carnes”.

Desde el ABC estiman que “con la nueva medida Argentina producirá 22.000 toneladas de carne menos al año por un valor de 100 millones de dólares. En momentos que Argentina necesita más volumen de carne para abastecer el mercado doméstico e incrementar la oferta de carnes, resulta sumamente extraño poder entender quien o quienes serán los pocos beneficiados”.

PRODUCCIÓN. Desde el punto de vista de los productores, Matías de Velazco, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), señaló a Super CAMPO que “desde Carbap estamos de acuerdo con la medida tomada. Estamos en contra de que el Estado nos diga cuánto tenemos que producir con un bien. Si bien es una medida a mitad de camino, es una mejora a la situación que teníamos. En la práctica, en mayo sale a la venta el destete y el kilo de la hembra se pagaba entre un 10 y 15% más barato que el macho, porque fisiológicamente la hembra deposita grasa antes. Esto la hace menos atractiva para llevarla a un peso mayor, porque carnicero debe quitar grasa y son kilos que se pierden”.

Con respecto al argumento de la industria sobre una posible merma en la producción de carne por la nueva medida, Velazco opinó que “no está relacionada con que haya menos producción de carne, porque esa hembra que se podría llegar a vender con menos peso, le da mayor elasticidad al productor sobre cuándo vender. Los kilos que van desde los 150 a 300 son más lentos y más caros de producir, porque la hembra deposita mucha grasa. De esta manera hay mucha hembra retenida en el campo esperando llegar a ese peso. Al mismo tiempo, estamos pagando tasas bancarias del 60 al 70% mientras tenemos capital parado”.

FEEDLOT. La Cámara Argentina de Feedlot (CAF) expresó, mediante un comunicado, su “disconformidad y desacuerdo respecto al plazo de aplicación de dicha medida. Todos aquellos productores que apostaron por una ganadería eficiente con foco en una mayor producción de carne y al crecimiento de la exportación que este gobierno promovió desde el primer día, ven que sus proyectos productivos deben desactivarse en tan solo 40 días (pasturas, verdeos, recrías a corral, recrías en silos de autoconsumo, etcétera)”.

Desde la CAF sostienen que “esta situación producirá en los meses de abril y mayo una sobreoferta por superposición de categorías de terneras gordas que traerá la baja en los precios que se reflejará en una caída del precio de compra de la invernada motivada por un menor poder de compra del engordador (pastoril o a corral)”.

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