Especialistas del INTA Castelar -Buenos Aires- y de Sáenz Peña –Chaco– idearon un método biotecnológico más sencillo y económico que el tradicional con el fin de mejorar la metodología de selección de germoplasma resistente a la enfermedad azul del algodón. En vez de recurrir a insectos criados en laboratorio, utilizan un clon del mismo virus que causa la enfermedad, lo que permite estudiar los efectos de este mal y caracterizarlos, publicó el sitio web INTA Informa.

Esta nueva herramienta biotecnológica suplanta la transmisión del virus por el insecto vector para infectar a las plantas de algodón.

Ana Julia Distéfano, especialista en herramientas genómicas del Instituto de Biotecnología del INTA Castelar y una de las directoras del proyecto, explicó: “Desarrollamos un clon, mediante lo que se denomina genética inversa, que nos permitirá modificar las proteínas del virus para obtener un mejor control y desarrollar métodos de resistencia y estrategias ante nuevas variantes”.

A través de este nuevo sistema, se inyecta el clon infectivo en las hojas del cultivo para liberar el genoma del virus. De tres a cuatro semanas más tarde se genera la infección.

La diferencia con la anterior metodología es que “no se utilizan insectos vectores criados en el laboratorio para contaminar a las plantas, lo que demanda mucho tiempo, instalaciones especiales y limita la cantidad de variedades a evaluar”, indicó Distéfano.

Los investigadores de Castelar y de la Estación Expermiental Sáenz Peña clonaron el Cotton leafroll dwarf (CLRDV) o virus de la enfermedad azul mediante la información del genoma completo. La especialista, también investigadora adjunta del Conicet, indicó que “además ser una metodología alternativa de infección para la búsqueda de genes de resistencia en el germoplasma del algodón, también permite realizar distintos tipos de estudios para avanzar en el conocimiento del patosistema algodón-virus-vector”.

La Argentina es el sexto productor mundial de fibra y semillas de algodón. Aquí, la enfermedad azul está controlada en las principales provincias productoras. Se utilizan para ello variedades mejoradas como el «Guazuncho», que fue obtenida por técnicos del INTA Sáenz Peña en 2009.

El CLRDV es un virus transmitido por el pulgón algodonero, de la especie Aphis gossypii, que infecta a la planta y le ocasiona enanismo, esterilidad total de los órganos florales y fructíferos, enrollamiento de las hojas, textura coriácea con coloración verde oscura-azulada y amarillamiento de las nervaduras, entre otros síntomas.

Si bien esta nueva herramienta biotecnológica permite acelerar la selección de genes de resistencia el virus, Distéfano aclaró: “La persistencia del virus en el campo en sus reservorios naturales muestra la necesidad de desarrollar estrategias alternativas de resistencia, en principio, contra nuevas variantes emergentes virulentas. En este tema trabajamos actualmente”.