A mediados de la primera década de 2000, el ingeniero argentino Ariel Barbouth vio que las empanadas argentinas podían hacerse un lugar entre las comidas rápidas de Estados Unidos, pero los costos para comenzar un emprendimiento eran muy altos.
Luego del estallido de la «burbuja» inmobiliaria y la depresión económica en 2008, Ariel vio la oportunidad y al año siguiente viajó junto a su mujer Leni con solo 9 mil dólares y sus sueños. Así nació Nuchas.
Ariel cuenta que «al principio con mi mujer hacíamos 500 empanadas de nueve sabores y teníamos un solo cliente. Tenía un amigo al que le usaba el horno por la noche. Antes de que estallara la pandemia, llegamos a hacer 100 mil empanadas a la semana y con la posibilidad de duplicar esa cantidad en los próximos seis meses porque ya teníamos todo para llegar al millón al mes».
El emprendimiento llegó a tener concesión en un anfiteatro en Long Island; un puesto en Javits, y un foodtruck y dos carritos, uno de ellos en el emblemático Times Square de Nueva York, y pudo facturar 5 millones de dólares al año, pero la pandemia frenó los planes de expansión, que incluían la presencia en estadios de los deportes más populares de Estados Unidos.
«Queremos que las empanadas sean el pancho del siglo XXI y que Nuchas se vuelva la marca icónica emblemática que las instaló en este país, trayendo con nosotros a todos los argentinos que también van empujando un producto excelente en distintos estados pero no tienen una cobertura global», sostiene el emprendedor.
Elecciones
Nuchas tuvo un gran espaldarazo durante las últimas elecciones estadounidenses, ya que participaron en la donación de comida en las filas formadas por las personas antes de ingresar a la votación.
Según el Ariel, «lo que empezó como una donación de unas mil empanadas llegaron a ser 10 mil por día en seis jornadas, porque la venta de hamburguesas y pizzas no eran capaces de abastecer esa demanda. Esto nos posicionó porque demostró el poder del formato de la empanada. Pudimos ayudar y demostramos que no hay nadie que pueda entregar hasta 20 mil comidas sin previo aviso. Con lo que hicimos en las elecciones y el tipo de producto y marca que tenemos, mostramos una ventaja competitiva. La idea es que cuando se abra, poder ir creciendo».
Futuro
Durante la pandemia, Nuchas vende su productos directo al consumidor vía web, supermercados gourmet en New York y New Jersey y en pequeñas cantidades a bares y restaurantes. «Estamos lanzando con un chef vegano en Nueva York una línea de 8 empanadas veganas, en una colaboración entre dos compañías. Este es un país muy grande y lo mejor es que la gente coma un poco menos de carne. Es un mercado que, además, tiene consumidores más fieles porque los carnívoros pueden comer en cualquier parte, pero a los veganos les cuesta más».
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