Foto: Télam
Los doctores Alejandro Gaggero y Gustavo García Zanotti elaboraron documento para el Banco de la Nación Argentina que presenta el informe final de la investigación sobre el proceso de vaciamiento de la empresa Vicentin SAIC. En el mismo se analizaron las transformaciones en su estructura corporativa, la dinámica financiera y el intercambio comercial a través del estudio de los precios de transferencia.
El trabajo «busca ser un aporte para una caracterización general de la severa crisis que se desencadenó en este grupo agroindustrial durante el año 2019 y que derivó en su concurso preventivo de acreedores».
Entre los principales puntos del trabajo, se destacan:
- Vicentin SAIC realizó compras de empresas que nunca declaró en sus balances. Por ejemplo, según la justicia española en 2012 la firma le compró el 30% de Terminal Puerto de Rosario a Jordi Pujol Serrusola, empresario e hijo de un ex presidente de la Generalidad de Cataluña, involucrado en causas de lavado de dinero. Esta transacción no fue informada. Tampoco se consignó en el balance la venta en 2017 del 20% de TPR -una participación que no había informado poseer- a una empresa chilena.
- A partir de 2013 el grupo Vicentin llevó adelante un desdoblamiento e internacionalización de su estructura empresarial. Como parte de ese proceso, se crearon empresas holding en Uruguay a las cuales se transfirió activos. El desdoblamiento de la estructura corporativa les permitió a los accionistas vender las participaciones de algunas de las principales empresas (como por ejemplo Friar) luego de que Vicentin SAIC entrara en concurso de acreedores. Según el informe, los activos y pasivos de la sucursal uruguayos “mostraron operaciones regulares de préstamos intrafirma, formación de activos externos (entre ellas a través de la tenencia de cuentas bancarias en el extranjero) e ingresos y gastos que pueden constituir un elemento de sospecha respecto a la fuga de capitales realizada por la misma”.
- Vicentin SAIC asumió obligaciones de empresas que había vendido a las empresas holding uruguayas del grupo (como Vicentin Family Group y Nacadie) y de las que había conservado sólo una participación mínima. En FRIAR, de la cual Vicentin conservó sólo el 0,4%, avaló créditos para capital de trabajo. En el caso de Terminal Puerto de Rosario, Vicentin compró la mayoría accionaria entre los años 2010 y 2012 y la fue vendiendo en los años siguientes, conservando sólo el 10,2 (mientras 39,8% está en manos del holding radicado en Uruguay. Sin embargo las empresas a las cuales le compró las acciones figuran como acreedores en la causa judicial con pasivos que, a principios de 2020 todavía superaban los $ 150 millones.
- En el año 2020, Vicentin SAIC se vio imposibilitada de vender al exterior su producción. En este contexto, emergieron nuevos exportadores que incrementaron sustancialmente su comercialización al extranjero y que podrían esconder acuerdos tácitos con la compañía. El caso más notable es el de la empresa Díaz & Forti. El informe también sostiene que “diversas empresas relacionadas adquirieron producción de Vicentin SAIC que luego fueron exportadas a través de la Sucursal. Es decir, estamos hablando de un ‘pasamanos’ ya que en última instancia los bienes fueron adquiridos por la misma empresa que los vendió.
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