Como epicentro del brote de Coronavirus, China es quien más está siendo afectada. Y sus países satélites, entre los que Argentina ocupa un lugar importante. Es un socio comercial indiscutido. Entre 2016 y 2019 las exportaciones a China crecieron más del 50% y pasaron de u$s 4.600 millones a u$s 7.000 millones en 2019. En rigor, bastante más de la mitad de la carne (llegó al 73%) que exporta nuestro país tiene ese destino, así como el 70% de las exportaciones a China son soja. Con lo cual, si el gigante asiático desacelera, el impacto local se sentiría fuerte.
Para Marcelo Elizondo de la Consultora DNI este brote de coronavirus afecta en distintos planos. Si China frena su demanda y no cumple con los compromisos de compra de commodities firmados en la Fase 1 del acuerdo comercial entre países, eso podría desacelerar a la economía mundial. Elizondo aclaró que esto puede tener vuelo corto si aparece una solución antes. “Ayer ya aparecía en algunos portales del mundo que Australia tendría una vacuna para frenar el brote”, indicó. Es aquí donde el factor tiempo tiene un papel preponderante.
Fernando Vilella, Director del programa de Bioeconomía de la FAUBA, suma otro factor al análisis, puesto que China ya venía consumiendo menos maíz y soja por el brote de Peste Porcina Africana que padece desde 2019 y que le supuso la pérdida de la mitad de su stock porcino. “La Peste Porcina Africana lo hizo perder un un cuarto de las existencias de cerdos del mundo. China tenía la mitad de los cerdos del mundo y perdió la mitad. El brote mostró toda su virulencia al afectar este sistema chino de tener diez animales en una casa sin sistema sanitario fuerte”, analizó.
No es anecdótico lo de los cerdos. El caso es que consumen maíz y soja. Si este año no hubiera tenido una mala cosecha Estados Unidos, los precios de los commodities agrícolas habrían estado más deprimidos ante la caída de la demanda china. Según Vilella Argentina debe estar atenta porque “para el próximo ciclo deberemos esperar precios bajos de los commodities agrícolas, en especial si Estados Unidos tiene buena cosecha. Creo que los productores y el gobierno van a tener que afinar los lápices para ver cómo viene el negocio”, dijo en alusión al tema de retenciones y las complicaciones que el negocio genera internamente.
El “hotel fantasma” de una Wuhan atormentada por el coronavirus Por otra parte Elizondo recordó que también puede complicar el hecho de que se extienda geográficamente. Brasil tiene en China a su principal mercado del mundo. Si se desencadenara algo que debilitara esa demanda china, también podría repercutir en la Argentina, por cercanía y relación de ambos mercados. Además Elizondo analizó que ante esta clase de fenómenos internacionales lo primero que reaccionan son los mercados. “En el corto plazo reaccionan rápido los mercados financieros y las cotizaciones de los commodities porque China es el país más poblado y es la segunda economía mundial. Frente a su primera reacción de poner ciudades enteras en cuarentena hay fábricas paralizadas, menos consumo de bienes, de combustibles, de alimentos, se detiene la construcción de obras públicas. Claramente afecta la demanda y si es la segunda economía global tiene más impacto”, explicó.
Al referirse al país recordó que lo más afectado será el campo. “Para la Argentina, el principal componente afectado por esta crisis será el agro. Puede haber un debilitamiento de demanda, caída en las cotizaciones. La economía mundial hoy está interconectada y mucho dependerá de si esto queda encapsulado en Asia o si impacta en otros países, así como cuanto dure en el tiempo”, recordó.
Por Lorena Rodríguez para Super CAMPO
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