Esta semana en su cuenta de Twitter, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó el siguiente contenido: “Comer menos carne ayuda a ahorrar agua y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global”.
Al respecto, Gustavo Oliverio, asesor y coordinador de la Fundación Producir Conservando, en diálogo con PERFIL opinó que la información contenida en el tuit del organismo internacional “es un diparate. Que las vacas producen metano es cierto, pero hay que mirar el balance, es decir la diferencia entre lo que emite y lo que fija. La ganadería vive sobre pasturas y verdeos, sobre suelos que están fijando carbono. Hay muchas zonas donde no se puede hacer otra cosa y esos pastizales toman dióxido de carbono de la atmósfera”.
Oliverio también afirmó que “estamos de acuerdo en que hay que reducir emisiones pero las más relevantes provienen de los combustibles fósiles, que representan el 50%. Ese argumento de las Naciones Unidas de solamente mirar las emisiones es hacelo solamente una parte del problema.”
En cuanto a la Argentina, Oliverio sostuvo que aporta solamente el 0,55 por ciento del total de emisiones a nivel global. Tomando en cuenta todas emisiones de gases de efecto invernadero de Argentina, la ganadería representa entre 14 y 15 por ciento.
En 2019 un grupo de investigadores del CONICET, entre ellos Ernestro Viglizo, vinculados al Grupo de Productores del Sur (GPS) que integra especialistas e instituciones de Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay publicaron un trabajo científico sobre la influencia de las tierras de pastoreo en el balance regional de carbono Allí se analiza el balance de carbono en tierras de pastoreo, integrando el secuestro de carbono que realizan las pasturas con las emisiones que genera el ganado bovino. Según el estudio, Argentina secuestra 12 veces más carbono de lo que emite. Viglizo afirmó el año pasado en una presentación denominada “Agricultura y ambiente: el revés de la trama”: “El excedente de carbono que habrían generado las tierras ganaderas entre 1970 y 2010 habría sido suficiente para neutralizar todas las emisiones del sector rural y aun la totalidad de las emisiones no rurales de la economía argentina”.
El investigador del Conicet sostiene que “la supuesta baja sustentabilidad de nuestro sector rural habilita el levantamiento de restricciones comerciales que amenazan algunos mercados existentes. Existe una métrica sesgada para justificar acciones que es necesario neutralizar y prevenir. Hay argumentos para sostener que nuestros sistemas de producción han evolucionado tecnológicamente hacia un modelo de intensificación sustentable. Existe una ventaja comparativas que debe difundirse para neutralizar opiniones sesgadas y mala prensa”.
“El trabajo que ha presentado por Viglizo marca que la actividad agroindustrial argentina tiene un balance de carbono positivo. Eso quiere decir que la ganaderia argentina, que tiene un potencial importante, no mueve la aguja de las emisiones a nivel global. Eso no quiere decir que no haya que trabajar para reducirlas, usando buenas prácticas que debe hacerse como norma para la agricultura, ganadería y la industria. Decir que no hay que comer carne para reducir emisiones es un disparate, sobre todo porque el mundo desarrollado quiere carne vacuna porque tiene la mejor calidad de proteína”, concluye Oliverio.
En ese sentido Oliverio sugiere que “debería hacerse mucho más hincapié en el uso de combustibles fósiles y sus emisiones, así como los procesos industriales y la generación de energía eléctrica con carbón, por ejemplo. Cuanto más industrializado es un país, tiene menos posibilidades de balance de carbono positivo. Un organismo como Naciones Unidas no pude decir que no se debe comer carne”.
SEMANA VERDE EN BERLÍN. Una delegación argentina encabezada por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra y el presidente del Senasa, Carlos Paz, participó en Alemania de “La semana verde de Berlín” del Foro de Ministros de Agricultura y Alimentación junto a 70 ministros y organismos internacionales.
En ese marco, los integrantes de la comitiva, participaron en las sesiones de trabajo y plenario de ministros donde se destacó la necesidad de agregar valor en origen, propender a la equidad social y equidad territorial dentro de las relaciones comerciales internacionales, la valorización de los servicios ecosistémicos en la producción agropecuaria, la necesidad de avanzar por un sistema de comercio más justo y equitativo, libre de las distorsiones causadas por los subsidios a la agricultura de los países desarrollados. Además la delegación argentina mantuvo reuniones bilaterales con Rusia, Brasil, FAO, Banco Mundial, Japón, Ucrania, Mongolia, Nicaragua y Canadá, y encuentros informales con representantes de Tailandia, UE, Alemania, Cuba, España, Holanda y Arabia Saudita.
El Senasa participó en los encuentros con el titular del servicio sanitario de Rusia sobre exportaciones de carne vacuna argentina
Por Luis Machado para Super CAMPO.
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