A lo largo de 2019, la nafta aumentó en nueve oportunidades, hasta acumular un salto del 41%, 14 puntos por debajo de la inflación.

El presidente Alberto Fernández le pidió al titular de YPF, Guillermo Nielsen, dejar sin efecto un aumento del 5% previsto en los precios de los combustibles, con el objetivo de evitar que se recaliente la inflación.

El 24 y 31 de diciembre las estaciones de servicio permanecerán cerradas de 22 hasta las 6 de la mañana del día siguiente.

La medida había sido comunicada a las principales estaciones de servicio de la red y regiría desde este lunes. Se estimaba que iba a tener un efecto cascada sobre toda la cadena de abastecimiento, ya que YPF controla casi el 60% del mercado.

Desde la visión del Gobierno de Fernández, las petroleras “ganaron mucha plata en estos años”, junto con el resto de las empresas del sector energético, el agro, la minería y el sistema financiero. El Gobierno recordó, además, que también seguirán congeladas las tarifas de gas, electricidad y transporte.

A lo largo de 2019, la nafta aumentó en nueve oportunidades, hasta acumular un salto del 41%, 14 puntos por debajo de la inflación.

Este lunes iba a ser la décima suba -primera durante el gobierno de Fernández- y llevaría a 46% el alza acumulada global, pero por ahora no prosperó. Si hubiese prosperado la suba de YPF, el precio de un litro de nafta súper habría llegado a casi $ 56, mientras que la premium rondaría los $ 64.

Fuente: Télam / Perfil.com