Los cambios en la ciencia pueden ser incrementales o transformacionales. “Como empresa nos enfocamos en ambos lados. La mejora increméntal es critica pero se necesitan innovaciones disruptivas en ciertas áreas”, dijo Bob Reiter, a cargo del Departamento de Investigación & Desarrollo de Bayer que está enfocado en encontrar soluciones variadas, y en lo posible personalizadas.
“Lo que queremos es tener una caja de herramientas repleta y completa”, dijo en su ponenecia. Vale recordar que durante el año anterior la firma invirtió más de 2.000 millones de euros para que 7500 científicos en sus 35 centros de Investigación busquen soluciones agrícolas novedosas y disruptivas en I & D.
Entre las propuestas para el campo que viene Reiter se refirió a los maíces tallo corto que este año estarán disponibles en México y para el 2020 en EE.UU. “El maíz de tallo corto es una de estas ideas no tan nuevas. La reducción del tamaño del trigo ya se hizo hace muchos años para cumplir con los requerimientos de Nitrógeno y evitar el vuelco. En el caso del maíz, lo hacemos para reducir problemas de quiebre de tallos. Creamos una nueva plataforma para la reproducción de fenotipo de maíz en que se podrá mejorar la cantidad de plantas por hectárea e ir por mayor rendimiento. Permitirá obtener más rendimiento en el mismo espacio y no se requiere de avionetas para fumigarlo porque se puede entrar con las pulverizadoras”, agregó. Por otra parte, se refirió al reciente lanzamiento de un fungicida para trigo y maíz, al tiempo que comentó que otro área de exploración son los productos biológicos. “Tenemos una línea de 150 mil rasgos microbiales y seguimos analizando cómo usar los microbios”.
Por otra parte, explicó la tecnología RNAi en la que están trabajando y que cree supondrá una revolución genética trascendente. “Nos permite apagar genes en forma precisa. Estamos usando esta tecnología RNAi que es de ciencia disruptiva, para solucionar problemas críticos como el gusano de la raíz del maíz, que genera fuertes pérdidas”, dijo. Esta variedad de maíz transgénico produce toxinas bt y sintetiza una pieza de ARN que, controla al gusano. Esta clase de tecnologías abre la puerta a un futuro con menos insecticidas o porque no, sin insecticidas.
Para llevar adelante todos estos desarrollos, Reiter indicó que Bayer mantiene más de 60 convenios de cooperación con otras firmas, entre ellos una con Arvinas para crear una compañía entre ambos (OerthBio) que profundizará en más de 70 proyectos como las proteínas de degradación molecular en plantas y animales para proteger cultivos.
“Tenemos grandes desafíos por delante”, dijo en su ponencia durante el Future of Farming Dialogue 2019 quien tiene a cargo las líneas de investigación de Bayer. Y continuó: “Tenemos que ayudar a la agricultura a producir más por acre. Podemos ayudar en el secuestró del carbono, en los productos que intentamos desarrollar para ser mas eficientes y eficaces. Lo que creo será clave es ofrecer una verdadera gama de productos a los agricultores. Tenemos que garantizar la rentabilidad y conservar un entorno sostenible. Amo la ciencia y confío en la capacidad de la ciencia por solucionar los problemas”.
«Falta el partido todavía». Si se mira el precio de la acción de Bayer hoy «no hay creación de valor (en lo que respecta a la nueva empresa). Ese precio está reflejando el tema de los juicios por el glifosato”, aseguró Liam Condon al referirse al balance que se escucha mucho en los medios y que aseguran que Bayer sufre por haber adquirido Monsanto.“Tenemos que jugar un largo partido todavía”, aseguró Condon a los periodistas argentinos.
Y se mostró confiado en que la ciencia dará respuesta al tema de las controversias. “Esperamos que esto se pueda solucionar. Hemos tomado muy buena nota de la resolución de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU). Tenemos 3 sentencias de primera instancia que se van a apelar pero va a tardar tiempo. Se solucionará en los tribunales”, argumentó confiado.
Respecto al futuro del producto indicó: “Estamos convencidos de que seguirá disponible en América Latina para los productores que deseen aplicarlo. Ninguna autoridad regulatoria del mundo ha cuestionado su seguridad”, confirmó. Y agregó: “El gran problema de los agricultores es cómo lidiar con las malezas y sus resistencias. Sacar un nuevo producto en términos de tiempos lleva 10 anos. Hay que buscar todas las herramientas digitales, de maquinaria, y tecnología que pueda ayudar a la productividad”, confirmó.
Por María Lorena Rodríguez para Super CAMPO. Enviada especial Monheim, Alemania.
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