TECNOLOGÍA. Según Mirco Romagnoli, Argentina y Brasil son líderes en adopción de adelantos en maquinaria agrícola en la región. En mayo hubo un parate en la Argentina relacionado con el tipo de cambio.

De visita en la Argentina, Mirco Romagnoli, vicepresidente de Case IH para América Latina, dialogó con PERFIL acerca de la evolución del mercado de maquinaria agrícola en la región.

—¿Cómo está evolucionando el mercado brasileño?
—En Brasil hubo récord de producción de granos, en general muy buen año. Gran producción de granos, precios muy buenos y lo más importante que es que la financiación se ha mantenido igual que la de los últimos 12 meses. Para los pequeños agricultores se mantiene en el 7,5% y los grandes agricultores ha bajado del 10,5%. Es muy positivo porque mantiene la financiación en un momento en que la producción sube, los precios son altos. Es decir, que Brasil está viviendo un gran momento y esperamos que el segundo semestre sea fantástico. Tuvimos una de las mejores Agrishow (la feria agropecuaria más importante de Brasil) en muchos años. Hemos vendido 220 cosechadoras, 400 tractores. Estamos aumentando nuestra producción y esperamos que el mercado sea entre 10 y 15% por encima del año pasado, que había sido muy importante. Brasil está muy bien.

—¿Qué opinión tiene sobre las ventas en Argentina ?
—Argentina nos ha tenido preocupados en el último mes. Ya teníamos en cuenta que este año el mercado sería menor con respecto al anterior pero todavía muy importante. En mayo hubo una parada importante relacionada con las tasas de interés y el dólar. Fue una preocupación relativa solo por el mes de mayo.

—¿Estos vaivenes económicos pueden motivar a que las empresas se retiren de la Argentina como ocurrió en crisis anteriores?
—Yo pienso que ninguna empresa volverá a irse de la Argentina como sucedió algunas décadas atrás y que luego tuvieron que volver. Argentina tiene un peso en la agricultura y no me imagino que alguien se vaya. En nuestro caso, la fábrica que tenemos en Córdoba es muy flexible en cuanto a la producción de nuevos productos. No era el concepto inicial pero a medida que fuimos desarrollándola entendimos que la llave para tener una buena fábrica es la capacidad rápida de incorporar nuevos productos dentro de nuestras instalaciones. Había sido concebida para producir cosechadoras, luego tractores, y hoy tenemos varios niveles de productos en un número mayor de lo que habíamos previsto.

—¿Cómo se comporta la demanda en los otros países de la región?
—El resto de América Latina crecerá un 20% durante este año, sobre todo en tractores, mientras que en cosechadoras estará un poco por debajo porque Uruguay está un poco parado y Paraguay ha sido muy activo hasta mayo, pero por cuestiones de sequía y de tipo de cambio también ha variado un poco. En el total de América Latina, el hecho de que nosotros tengamos éxito en lo hacemos nos motiva a seguir invirtiendo, produciendo, desarrollando nuevos productos.

—Los productores argentinos y brasileños incorporan mucha tecnología. ¿Cómo es en el resto de la región?
—Uruguay está muy parecida a Argentina y Paraguay más parecido a Brasil. El resto de los países de la región están unos pasos atrás pero en cada uno hay proyectos parecidos a los que hay en Argentina y Brasil. En Colombia hay algunos en la altillanura que tiene condiciones muy parecidas a las de Mato Grosso, en Perú hay fruticultura, Bolivia está creciendo mucho con grandes clientes. No son grandes volúmenes pero demuestran que se puede hacer agricultura en gran escala.

Tendencias tecnológicas. Los concesionarios que venden maquinaria agrícola, como sucede con los automóviles, suelen tomar equipos usados en parte de pago para vender los nuevos, de manera que en muchos casos se van acumulando equipos usados que deben salir a la venta nuevamente.

La marca Case IH lanzó en Agroactiva un programa para que los concesionarios ofrezcan estos equipos usados garantizados y a precios competitivos para que aquellos productores que tengan una máquina con muchos años puedan subir de nivel. Christian Lancestremere, Director Comercial de la marca en la Argentina, comentó a PERFIL que “con el propósito de ayudar a la red de distribución para sacar el usado de los patios, que muchas veces son una limitación para generar negocios de nuevos, estamos implementando algunas herramientas de financiación y niveles de subsidios desde la marca en precio de los equipos para bajarlos y atraer una masa de clientes mayores para la adquisición de usados. También estaremos trabajando en un programa de remate, en un formato algo distintos a lo que estamos acostumbrados, será una segunda etapa a implementar en el corto plazo. La idea es sacar la mayor cantidad de equipos usados de la red para para poder acelerar equipos nuevos e incorporar tecnología”.

Para ello Lancestremere también hizo hincapié en que a partir un productor que tenía una cosechadora convencional podría acceder a una axial de 4 o 5 años atrás y avanzar tecnológicamente. “Es un punto muy importante para nosotros que esa cosechadora usada pueda llegar a ese público para permitir el ingreso de un equipo nuevo al concesionario”.

Por Luis Machado para Super CAMPO