En los últimos meses venimos asistiendo a un escenario cada vez más complicado en lo que respecta a la industria avícola con precios de mercado golpeados por una sobre oferta de producto, los niveles de consumo de proteína animal en un máximo per-cápita, costos ascendentes, presión tributaria, costos laborales no salariales, ausentismos y, por qué no decirlo, ineficiencias varias. Este combo nos da como resultado esta realidad que nos toca transitar.
Los llamados productores Integrados representan por sí solos el 90% de los pollos producidos en el país, pero a pesar de este valor relativo siguen siendo el eslabón débil de la cadena productiva, cobrando un promedio de $ 4,70/ pollo criado. Los costos de producción, solo tomando los tres rubros principales (mano de obra, gas y electricidad) sobrepasan holgadamente lo pagado por la industria. En un contexto donde, además, no se midió el impacto del último aumento de las tarifas eléctricas que ronda el 58 %.
La falta de transparencia de vinculo existente entre integrado e integrador es el principal inconveniente, junto con la inexistencia de un marco normativo legal y de cumplimiento obligatorio por las partes. El integrado queda a la buena voluntad de la contraparte que decidirá según un análisis de resultados de la crianza, que tarda como mínimo 30 días, y en el que él mismo es juez y parte en su confección, cuánto será finalmente lo que se le paga al productor.
A los productores , les pagan según dicen , un promedio de $ 4.70 , el pollo educado y criado ,,y en los mercados , cárnicerias , pollerías o farmacias ,,están arriba de los 32/35 pesos el kg, ,,,,,¿¿¿ como es esto ????