La plaga se detectó en Salta, Formosa, Chaco, Santiago del Estero y norte de Santa Fe. El INTA y el Senasa aseguran que no se registraron daños de importancia en los cultivos de invierno. Estar atentos y avisar a las autoridades, principales estrategias para su control.
Desde hacia varias décadas no se detectan brotes poblacionales con una expansión geográfica de langostas tan marcada como la actual, aseguran los especialistas. La plaga fue detectada en Salta, Formosa, Chaco, Santiago del Estero y norte de Santa Fe. Desde el INTA y el Senasa aseguran que no se registraron daños de importancia en los cultivos de invierno –en función de la magnitud de la problemática– y destacan la necesidad del monitoreo permanente y aviso a las autoridades.
Desde el INTA y el Senasa sostienen como hipótesis que “un invierno con temperaturas medias elevadas y precipitaciones más frecuentes al promedio histórico, contribuyeron a que las langostas adultas anticipen la interrupción de su letargo invernal y reinicien su fase reproductiva”.
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