Según un informe realizado por la Federación de Productores de Frutas de Río Negro y Neuquén junto con la Confederación Argentina de la Mediana empresa (CAME), comenzó con dificultades la cosecha de peras y manzanas.
«Caída de precios, suba de costos en dólares, baja de exportaciones, cantidad y calidad de la fruta cosechada y falta de financiamiento, son algunas de las problemáticas que arrastra la actividad desde hace tiempo y que, lejos de resolverse, se agravan año tras año», señalaron desde CAME.
La cosecha 2017 ya está en marcha, aunque con perspectivas bastantes malas para las peras y moderadas para la manzana. En ambos cultivos se observa la pérdida de calidad como consecuencia de las heladas y los granizos que afectaron a la zona del Alto Valle de Neuquén y Río Negro. Se prevé que sólo entre un 30 y 35 % de lo producido llegará en óptimas condiciones comerciales al galpón de empaque.
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