Entre las enfermedades más comunes favorecidas por estas condiciones climáticas se pueden mencionar: dengue, fiebre amarilla, leptospirosis, chikunguña, leishmaniasis y distintos tipos de parasitosis.
Ante esta situación, el Senasa recomienda adoptar las siguientes medidas preventivas:
– Vacunar contra la leptospirosis, desparasitar al ganado y a los perros. Consulte a su veterinario respecto al plan más adecuado.
– Ante la ocurrencia de cambios de comportamiento y/o alteraciones en la salud de los animales, consultar inmediatamente al veterinario.
– Conservar los alrededores de las casas y los corrales libres de basura y escombros y combatir la presencia de roedores.
– Desechar de forma segura los animales muertos y todos los objetos que hayan sido afectados y puedan servir de refugio a roedores, mosquitos y otros insectos.
– Usar guantes si se realizan tareas de desmalezado o cosecha.
– Beber siempre agua segura: embotellada comercialmente, hervida al menos durante 3 minutos, o tratada con 2 gotas de lavandina por cada litro de agua y reposada por 30 minutos antes del consumo. El agua de la red domiciliaria también se debe tratar, por eventuales contaminaciones de la red de distribución y en los tanques cisternas.
– Utilizar agua potable o potabilizada para efectuar la limpieza de los utensilios empleados en la preparación y consumo de alimentos.
– No consumir alimentos ni medicamentos que hayan estado en contacto con el agua de la inundación. Desechar los comestibles que hayan perdido la cadena de frío debido a cortes en el suministro eléctrico.
– Lavarse muy bien las manos con jabón y agua potable o potabilizada antes de preparar o comer alimentos, después de ir al baño o de limpiar objetos y superficies que estuvieron en contacto con aguas de la inundación.
Fuente: Senasa
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