La siembra de trigo, principalmente en el sur bonaerense y este de La Pampa, sigue trabada por la imposibilidad de terminar con la cosecha gruesa a raíz de las malas condiciones meteorológicas y la humedad en los suelos, admitieron ayer especialistas privados.
Guillermo Rossi, analista de mercado de granos de la Bolsa de Comercio de Rosario, expresó que «hay preocupación» en el sector agroindustrial por «el retraso que experimenta la siembra» fina, especialmente el trigo por cuestiones climáticas.
Rossi expresó que si bien «hay expectativas» para hacer trigo, «no se va a poder concretar» la superficie propuesta inicialmente como intención de siembra, ya que consignó que el sur bonaerense podría recortar su crecimiento por «cuestiones de clima».
El especialista de la BCR refirió que la entidad prevé «un incremento de un millón de hectáreas» en el área a cultivar con trigo durante el presente ciclo 2016/17, con la cobertura de 4,5 millones de hectáreas. «Dicha estimación es de mínima pero tiene posibilidades de mejorar», reconoció Rossi.
En informes técnicos de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca también se admitieron las dificultades, que se constatan en torno a definir la cosecha gruesa para meterse de lleno con la siembra fina. Desde la entidad bahiense refirieron que existe «mucha soja y maíz sin levantar», hecho que «complica el arranque de la siembra fina 2016/17».
Según relevamientos realizados por la Bolsa de Comercio de Rosario, en la zona núcleo aún resta levantar entre un 4% y 10% del área sojera, mientras que en el orden nacional aún resta cosechar un 20% de los lotes, situados fundamentalmente en el sudeste bonaerense y también en el este de La Pampa.
Esto se debe principalmente a la caída de precipitaciones de entre 50 y 100 milímetros, hecho que -según admiten los técnicos granarios- podría llevar a ajustar la superficie triguera y también los rindes y la calidad de los granos que se obtengan.
Al relevar la situación de la campaña gruesa, los especialistas reconocen que la cosecha de maíz exhibe más retraso que en la soja, ya que hasta la semana pasada sólo se había recolectado un 36% del área mientras que a igual fecha del 2014 el porcentaje rondaba el 52 por ciento.
Con un valor de $4.200 que actualmente están pagando las fábricas por la tonelada de soja disponible, las necesidades de cerrar la trilla para lograr lotes que permitan estabilizar la relación oferta y demanda en el segmento oleaginoso son urgentes.
Exportaciones
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan un tercio de las exportaciones argentinas, ingresaron divisas por u$s570.705.996 por negocios concretados la semana pasada.
Según se informó ayer, el monto liquidado desde comienzos de año hasta el 3 de junio asciende a u$s11.290.839.047.
La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados luego de una transformación industrial.
La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de las ventas externas de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate.
FUENTE: DyN
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