PRESENTADO hace algunos días en el INTA Expone, el robot Trakûr –que significa niebla en idioma mapuche–, ha despertado el interés de especialistas y productores del sector hortícola. Fue diseñado por investigadores del Instituto de Ingeniería Rural y forma parte de uno de los proyectos del Laboratorio de Protección de Cultivos y Control Ambiental del organismo oficial.
Inicialmente, fue construido pensando en la salud de los operarios que pulverizan en lugares cerrados porque reduce la exposición humana a los agroquímicos, pero según contaron a Super CAMPO sus creadores, “puede ser utilizado aún en espacios abiertos por su gran versatilidad”.
Para el Ing. Agr. Gerardo Masiá, especialista en protección de cultivos y control ambiental, “los invernáculos por ser ambientes cerrados mantienen durante gran parte del día altas temperaturas y humedades, con poca circulación de aire y por lo tanto son lugares proclives a ser dañinos a la salud humana”. Esta situación atenta contra el operario que ingresa a pulverizar, porque por más que cuenta con los equipos de seguridad respectivos, en muchos casos no los utiliza por las condiciones imperantes y puede ser afectado por contaminación con plaguicidas.
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