Tres municipios de Tucumán fueron declarados ayer «zona de desastre» a raíz de las lluvias e inundaciones que desde hace una semana afectan el noroeste del país, mientras en Santiago del Estero hubo pérdidas millonarias en los campos y varios caminos quedaron intransitables.
El gobernador tucumano, José Alperovich, dispuso declarar zona de desastre a las comunas de La Cocha, Río Chico y Alberdi por el temporal que afectó a más de un millar de personas.
El mandatario kirchnerista dijo que pidió al gobierno nacional un refuerzo en los pagos de los beneficios sociales a los damnificados, como la asignación por hijo y embarazo y las jubilaciones. Alperovich también señaló a la prensa tucumana durante su contacto matinal que «no hay que dejar sola a la gente» que desde hace una semana sufre complicaciones por el temporal que inundó casas, arrasó con rutas y derribó algunos puentes peatonales.
Pobladores del barrio Santa Rosa, en la localidad de Aguilares, reiteraron asimismo sus quejas dado que a raíz de la apertura del pavimento sobre la ruta 38 para que drene el río Chico debían cruzar a pie, sobre un tablón improvisado, mientras algunos remiseros cobran $5 para pasar de un lado al otro.
En ese marco, hubo piquetes con neumáticos en llamas que hicieron los pobladores sobre las rutas 38 y 332 para reclamar obras urgentes, donde sólo dejaban pasar a servicios de salud.
Santiago del Estero, complicado
En Santiago del Estero la situación también es complicada. Las lluvias intensas y persistentes afectaron unas 300.000 hectáreas en el sudeste de la provincia, lo que provocó pérdidas millonarias en sembradíos, destrucción de caminos rurales y la afectación en el sistema eléctrico de la región por la caída de columnas del tendido por la inestabilidad de los suelos.
La situación se agravó el martes cuando cayeron otros 100 milímetros, que dejaron a la ciudad de Bandera con sus calles totalmente inundadas y cientos de familias complicadas para movilizarse, al margen de los efectos que tiene el agua sobre las estructuras de las viviendas y el desborde de los pozos ciegos.
El intendente Guillermo Novara dijo a medios locales que llevan contabilizados unos 120 árboles caídos porque las napas freáticas están prácticamente a nivel de la superficie, lo que provoca que las raíces se pudran o cedan ya que la tierra está saturada.
En los últimos tres meses cayeron 1.000 milímetros de lluvia, cuando la media anual es de 800 milímetros.
Uno de los directivos de la Sociedad Rural del Sudeste, Carlos Cejas, sostuvo que 200.000 hectáreas del departamento Belgrano están afectadas por el fenómeno climático, mientras que el departamento General Taboada cuenta con 100.000 en esa condición.
En esas zonas se estima que se perdió el 95% de los cultivos de soja y maíz, con la posibilidad de que el problema se extienda a un área mayor si continúan las lluvias.
Asimismo, señaló que hay «300 kilómetros de caminos rurales destruidos y 300 kilómetros de líneas eléctricas de media tensión con problemas de estabilidad por falta de sustentación».
Por eso, el servicio de energía estuvo interrumpido en distintas zonas, lo que llevó el martes por la noche a habitantes de la ciudad de Pinto a interrumpir el tránsito en la Ruta Nacional 34 para reclamar la restitución del fluido eléctrico.
FUENTE: DyN
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