El Ministerio de Agricultura de Argentina otorgó la aprobación regulatoria a Bioceres de su tecnología HB4® para el cultivo de trigo, una tecnología de tolerancia a sequía única a nivel mundial.
Es el resultado de una colaboración público-privada de más de 15 años entre la empresa y el grupo de investigación de la Dra. Raquel Chan (Conicet-Universidad Nacional del Litoral), responsable del descubrimiento. Las variedades de trigo HB4 son desarrolladas por Trigall Genetics, un joint-venture entre Bioceres y Florimond Desprez de Francia, una de las empresas líderes a nivel mundial en genética de trigo.
La decisión de la autoridad regulatoria argentina se da luego de la aprobación de HB4 en soja, que ya fue otorgada en los países de mayor producción mundial de este cultivo, incluyendo Argentina, Estados Unidos, Brasil y Paraguay, que representan aproximadamente el 80% de la producción global de soja.
La comercialización de trigo HB4 en Argentina se encuentra condicionada a la aprobación para importación por parte de Brasil, que le compra aproximadamente el 85 por ciento del trigo a nuestro país.
Además, el proceso desregulatorio del trigo HB4 ha sido iniciado ya en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia. La Compañía también se encuentra preparando presentaciones para Australia y Rusia, así como en otros países de Asia y África.
En lotes de producción y ensayos a campo llevados a cabo durante los últimos 10 años, las variedades de trigo HB4 mostraron mejoras de rendimiento en promedio del 20 por ciento en situaciones de sequía. La incidencia de este fenómeno ha aumentado su frecuencia en el contexto del cambio climático global, afectando cada vez más la estabilidad de los ecosistemas agrícolas.
Para Ricardo Yapur, CEO de Rizobacter e integrante del Directorio de Bioceres, “es un hito de la ciencia argentina y el mejor ejemplo de interacción público y privada con el Conicet. Esto ha puesto a Bioceres a la altura de las grandes multinacionales, que eran las únicas que habían desarrollado este tipo de organismos genéticamente modificados».
En cuanto a los beneficios de este trigo para los productores, Yapur señaló que “significaría tener una estabilidad de rendimiento ante procesos de sequía como el que estamos viviendo en esta campaña. Se aseguraría un rendimiento básico ante una sequía muy importante, generando un aumento de rendimiento entre el 10 y el 20% de acuerdo con los ensayos que se vienen llevando en los últimos 5 años”.
La disponibilidad para sembrar las nuevas variedades está condicionada a las aprobaciones de los mercados que compran el trigo argentino, como Brasil. Según Yapur, “este proceso de aprobación está adelantado y esperamos que en la campaña podamos sembrarlo en los campos argentinos. Hoy está llegando a los productores en contratos de identidad preservada, cuya producción es comprada por Bioceres para incrementar variedades y armar el proyecto para salir al mercado. Esa producción no se está vendiendo en el mercado”.
Con respecto a las áreas trigueras que se beneficiarían con esta nueva tecnología, Yapur dijo que “principalmente serían la subzona triguera que va de Río Cuarto hasta Bahía Blanca, que tiene más de 1 millón de hectáreas. Los cultivos sufren microsequías en distintos momentos del ciclo, por eso se puede usar en toda el área triguera del país. El año pasado, en los ensayos en Balcarce vimos incrementos del 13% en rendimientos”.
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