Hace 70 años, cuatro investigadores de la Universidad de La Plata  montaron una planta de formulación de adyuvantes y fitosanitarios, generando el nacimiento de la empresa Gleba, que en la actualidad forma parte del Holding Anasac.

Su planta industrial, ubicada en la localidad de Melchor Romero, cuenta con una capacidad instalada de 5 millones de litros/año, dividida en sus 8 líneas de producción de: insecticidas, fungicidas, herbicidas, rodenticidas y geles insecticidas. Cuenta con un laboratorio de última generación, el cual garantiza los estándares más altos de calidad en cada uno de los procesos productivos. Además, es miembro de la Red de Laboratorios reconocidos por SENASA, informaron desde la empresa.

Super CAMPO conversó con Joaquín Gutiérrez Calviño, gerente de Marketing de Gleba Agro sobre la actualidad y el futuro de la empresa en un ambiente de negocios desafiante.

– ¿Qué significa para Gleba este aniversario?

-Es un hecho bastante importante porque cumplimos 70 años  brindando productos fitosanitarios para producciones a campo. Son 70 años de un camino, que marcan camino, trayectoria, procesos, vínculos, familias. La celebración no es para mirar el pasado sino para renovar nuestro compromiso con el agro, la oferta de soluciones para todo tipo de problemáticas que hay en el campo referidas a malezas, plagas, enfermedades, así como otras herramientas y productos para llevar adelantes más y mejores producciones agrícolas, con mayores rendimientos y calidad a la hora de producir. 

-¿Cuáles son los productos más demandados en este momento?

-Nuestro fuerte en la paleta de productos es la familia de herbicidas, con una amplia gamas de productos con diferentes modos y mecanismos de acción para trabajar la problemática de resistencia que está pegando muy fuerte en la producción. Nuestra postura es ofrecer productos que ayuden a la rotación de principios activos, así como modos y sitios de acción. El 60% de nuestra oferta de herbicidas. Los productos más reconocidos son Bagual y Bectra. En insecticidas somos conocidos con productos como Fast y Punto, que vamos actualizando y mejorando la calidad de sus formulaciones y la inocuidad. También tenemos fungicidas, así como una familia fitorreguladores como Giberelac para producciones intensivas, que ahora también se utilizan en extensivos y coadyuvantes. Además contamos con una línea de trabajo de productos para la nutrición de cultivos, con biosoluciones de estimulantes, aminoácidos, fertilizantes foliares basados en micronutrientes. Manejamos un portfolio muy amplio de productos, con muchas situaciones diferentes y nos exige tener un conocimiento técnico de los mismos y todos los cultivos que abarcan.

-¿Qué tendencia se observa en la demanda de los productores a la hora de elegir un producto?

-Hay una tendencia hacia producciones más amigables con el medio ambiente y desde el punto de vista de los consumidores hay una exigencia de producciones con trazabilidad y menor impacto ambiental posible.Como toda tecnología nueva, acceder a ella es caro, pero con el tiempo las tecnologías serán más accesibles y es cuestión de tiempo de que puedan masificarse. Es un camino de todo el sector de producciones más sustentables y amigables con el medio ambiente, tanto en el manejo y uso eficiente de los agroquímicos tanto en la obtención de productos banda verde y menor impacto ambiental en cuanto a los químicos y complementando los productos con información sobre el uso y la inocuidad de la operatoria de estos materiales. Aplicando las buenas prácticas agrícolas y las recomendaciones que brindq Campo Limpio, ayudan a llevar adelante una agricultura sustentable y más amigable con el medio ambiente. La tendencia de los productos nuevos van hacia soluciones que tengan otros mecanismos de acción vinculados con productos biológicos.

-¿Cuál es la estrategia de Gleba para incorporar más productos biológicos?

-Gleba forma parte del Grupo Anasac con base en Chile, donde tenemos acceso al mercado de protección de cultivos y nutrición vegetal, en Argentina, Chile, Colombia, Mexico, Centroamérica, Paraguay, Bolivia, Uruguay y parte de Brasil. Somos una puerta de entrada importante de muchas empresas que están desarrollando nuevas soluciones biológicas y cuando quieren expandirse nos ven como socios estratégicos. Trabajamos con las distintas herramientas y proyectos de desarrollo común para traer este tipo de tecnologías en los países donde actuamos y en Argentina a través de Gleba.

-¿Cómo se está comportando el mercado de agroquímicos en este año tan particular?

-Este año tuvo algunas variaciones en cuanto al comportamiento no tanto en el tamaño. Hubo un adelantamiento de la demanda en cuanto a la distribución de los productores, por una cuestión financiera y tipo de cambio, para cubrirse en al compra de fitosanitarios. También hay condiciones climáticas y de producción que llevan adelante el empuje de este mercado como la creciente presencia de malezas resistentes, que constantemente nos están desafiando para conseguir nuevas alternativas, métodos de control y estrategias para llevar adelante esta problemática, que es el principal motivador del crecimiento de este mercado. La problemática de malezas ha arrastrado al mercado argentino en 2.500 millones de dólares. Vemos que en 2020 vamos a estar en esos valores de mercado.