El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) realizó un diálogo virtual sobre el «Rol del sector privado para la reactivación de la agricultura en la post pandemia», donde participaron Manuel Otero, Director Genral del IICA; Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de FEDEPALMA Colombia; y Hugo Sigman, CEO del Grupo Insud.
En su presentación del evento, Manuel Otero sostuvo que durante la pandemia en la región «no tenemos que evolucionar a una crisis alimentaria. La agricultura es un sector estratégico para nuestros países».
Por su parte, Jens Dishington comentó que «esta pandemia permite al sectroer agroepcuario estar de moda en el mundo, porque en muchos lugares, quizás buscando novedades, el sector agropecuario se había relegado. Países que le habian dejado la espalda a la agricultura sufrieorn mucho porque no tenían la disponibilidad de productos».
Tecnología aplicada
Con respecto la incorporación de tecnologías para mejorar la eficiencia productiva en los países latinoamericanos, el presidente de FEDEPALMA sosotuvo que «veo diferencias sustantivas en la aproximación. En Brasil y Argentina se le ha permitido que muchas unidades productivas tengan más eficiencias y no tienen problemas para moverse en la escala. En otros países, las unidades medianas son pequeñas y menos eficientes, y pueden competir menos».
En su turno, Hugo Sigman comentó «hubo una profunda transformación con un gran desarrollo tecnológico, que en algunos casos es consecuencia entre la relación entre los sectores públicos y privados. Los presupuestos son bajos. En Argentina se invierte el 0,54% del PBI en investigación científicos, donde el 15% lo pone el sector privado, que no recibe estímulo».
«No encuentro un sector donde el conocimiento científico se aplique tan rápido en la producción como en el agropecuario y hay mucho trabajo. Este trabajo está hecho con conciencia para cuidar más el ambiente, usar menos productos químicos», señaló el CEO del Grupo Insud.
Según Sigman en Argentina es difícil ver que un campo no tenga un ingeniero agrónomo, porque «se sabe que para tener rentabilidad en un país donde se aplican retenciones a las exportaciones, hay que tener alta eficiencia y alta productividad. Para eso se necesita un recurso humano capacitado y la aplicación de nuevas tecnologías que permitan generar esos rendimientos excepcionales que se obtienen».
Para Sigman, queda mucho por hacer en la ganadería del Cono Sur, donde estima que 4 de cada 10 vacas que no van a producir ningún ternero. «La ganadería fija población, a diferencia de la agricultura, porque necesita más personal. En Argentina producimos 15 terneros menos cada 100 vacas con respecto a Estados Unidos».
«Junto con estas grandes producciones en la región, también hay una agricultura familiar muy extendida y también requiere mucha atención. Si no se ayuda al productor de un modo distinto, los resultados que obtienen son casi de supervivencia», afirmó.
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