El viernes 26 de junio se produjo el homicidio de José “Pepe” Porcel, productor tambero de 81 años, mientras se encontraba en su vivienda, en la localidad de La Ramada de Abajo, departamento Burruyacu, 33 kilómetros al noreste de la capital tucumana.
Tres delincuentes entraron en su casa y abordaron a Porcel, quien se encontraba en la galería de la casa junto a su esposa, y lo asesinaron de un disparo. Le acuerdo al parte policial, cuando escapaban, dos de los delincuentes volcaron el auto en el que se movilizaban y sufrieron heridas de distinta consideración, tras lo cual fueron detenidos por la policía.
Hoy se realizó una manifestación en la ciudad de San Miguel de Tucumán organizada por entidades agropecuarias para pedir mayores garantías por parte de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Osvaldo Martín, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), comentó a Super Campo que “hemos ido perdiendo la paz en los últimos años y este hecho tuvo una violencia desmedida, porque mataron a un productor jubilado de 80 años, que aportaba para pagar el sueldo de estos funcionarios que nos deben proteger a través del Estado”.
Martín comentó que una delegación de productores fue recibida en la Legislatura provincial por el vicegobernador provincial, Osvaldo Jaldo, y autoridades de la Legislatura. “Destacamos el diálogo con los funcionarios y quisiéramos que haya condena para estos hechos. Están fallando los tres poderes y se han comprometido a trabajar para que esto mejore. En Tucumán se han cometido 79 homicidios en lo que va del año y podrían ser más si no hubiéramos tenido cuarentena”.
Por su parte, Martín Pérez, de Federación Agraria Argentina, señaló: “Le planteamos al vicegobernador la necesidad de reestructurar la política de seguridad en la provincia. Nos escuchó y se comprometió a aumentar la cantidad de policías. Esta situación ha golpeado mucho. La gente está muy compungida”
En declaraciones a La Gaceta, la hija del productor asesinado, dijo: “A mi papá lo mataron a sangre fría. Estaba sano, no estaba enfermo. Y ha venido un malnacido de esos que entra por una puerta y sale por otra, y le quitó la vida ante los ojos de mi madre y en la puerta de mi casa. Pedimos disculpas si interrumpimos la circulación, pero en esta provincia no hay otra forma de hacerse oír. Es una marcha pacífica. Voy a dedicarme hasta mi último respiro, y voy a volver a recuperar la paz el día que escuche la sentencia. Que sea la condena que se merecen”.
Se les está yendo la seguridad de las manos en Tucumán, con los agricultores y los femicidios…