De acuerdo con información del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en el marco de los daños que sufre la actividad económica global por COVID-19, la Argentina sostiene sus niveles habituales de producción de agroalimentos para el consumo interno y la exportación. En este último aspecto, subieron un 14,5 por ciento las exportaciones de carnes en los primeros cinco meses del año. 

Entre enero y mayo de 2020, los profesionales del Senasa fiscalizaron envíos de 230.148 toneladas de carnes bovinas (+19,2%), 88.992 toneladas de carnes aviares (+1,5), 13.336 toneladas de productos y subproductos porcinos (+30%) y 2.488 toneladas de carnes ovinas (+46%). 

Otro rubro que creció en las exportaciones es el de frutas frescas. En los primeros cinco meses del año los envíos totalizaron 415.715 toneladas, un 17 por ciento más respecto de las 356.224 enviadas en el mismo período de 2019. Los envíos incluyen peras, limones, manzanas, naranjas y cerezas.

Desde el Senasa destaca que el período de incrementos de las exportaciones «incluye los últimos tres meses, con la cuarentena obligatoria ya en plena vigencia. El dato cobra especial relevancia teniendo en cuenta las dificultades que tiene la producción y comercio de alimentos en otros países debido a la crisis del COVID-19, según indicó la FAO», sostienen desde el organismo sanitario.

Desde el Senasa citan como ejemplo a Estados Unidos, donde la pandemia dejó al mercado local al borde del desabastecimiento de carne. «Se vio gran cantidad de góndolas vacías y los supermercados tuvieron que racionalizar las ventas debido al cierre masivo de frigoríficos por las altas tasas de contagio de COVID 19 puertas adentro. Entre otros establecimientos, dejó de operar Smithfield, el mayor procesador de carne de cerdo a nivel nacional en los EEUU. La situación provocó verdadera desesperación en el país que ostenta el consumo de carne per cápita más alto del mundo».