En junio se comienza a hacer almácigos de algunas especies de verano como tomate, cebolla, pimiento y berenjena. Como son especies muy sensibles al frío conviene hacerlas en un cajón que podamos guardar en la cocina de nuestra casa para sacarlo durante la mañana y entrarlo al atardecer. Para eso se necesita:
- Un cajón de madera de 15 a 18 cm de alto aproximadamente.
- Papel de diario para hacer los cucuruchos, cortado en rectángulos de 18 cm de largo por 7 cm de ancho.
- Un marco de madera, con las medidas externas del cajón que se va a utilizar, y que esté cuadriculado con alambre o hilo grueso formando celdas de 4 cm x 4 cm
Esto sirve para mantener armados los cucuruchos de papel mientras se llena el cajón.
Preparamos la tierra para rellenar los cucuruchos, mezclando 1 parte de tierra sin salitre o abono orgánico, 1 parte de arena y 1 parte de guano fermentado. Se aconseja regar una o dos veces esta mezcla antes de armar los cucuruchos.
Durante este mes se cosecha lechuga, escarola, espinaca, acelga, repollo y zanahoria sembradas en febrero y marzo.
Si se cuenta con abono orgánico terminado (lo sabremos porque no vamos a distinguir los residuos que habíamos incorporado), debemos zarandearlo y apilarlo en un sector de la huerta tratando que no quede a la intemperie. Utilizar el material más fino que pase a través de la zaranda para rellenar los cucuruchos para los almácigos. El resto de material más grueso lo colocamos como mantillo para proteger al suelo y a las plantas de las heladas.
Fuente: Guillermo Aguirre, INTA Manfredi.
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