Juan José Madero, presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), comentó a Super Campo que “hay un consenso de que los valores cambiaron desde la pandemia. Si hoy tengo que tasar un campo, el valor está un 20% por debajo con respecto a finales del año pasado, que ya tenía había bajado entre un 10 y 15% después de las elecciones presidenciales”.
Con respecto a la demanda de tasaciones, el presidente de CAIR señaló que “hay pedidos formales para determinar si se puede vender el campo. Es un terreno hostil porque es difícil darle valor a las propiedades y las tasaciones se hacen en dólar billete y con todas las salvedades de la situación actual”.
Madero aclara que desde el año pasado no se están haciendo operaciones de compra de campos. “Hoy el inversor está enfocado en hacer valer su plata, haciendo ofertas hostiles del 40 al 50% por debajo del valor que le piden. Por su parte el propietario, si bien ha aceptado una baja de su valor, lo quiere defender cediendo poco. Son muy pocos los casos donde hay premura por vender, porque incluso tiene la opción de alquilarlo”.
Aunque el año pasado tampoco se hicieron operaciones relevantes, en 2020 hay una diferencia: “Este año hay muchas consultas por campos, de gente que quiere invertir”, afirmó Madero.
Las buenas perspectivas para las producciones de granos y la producción de carne sostiene los valores de los alquileres. Según el presidente de CAIR, “se han renovado los alquileres de campos agrícolas con los mismos precios del año anterior, en los campos con mayor calidad hasta un quintal por encima. Los campos ganaderos están todos firmes en kilo de novillo y agrícola en quintales”.
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