El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá ayer aclaró que al referirse a la provincia como “cerrada” no significa que esté “hermética ni violando la libertad de circulación o algún otro derecho humano”.

El gobernador explicó que cualquier persona que se quiera ir de la provincia, “pide permiso y se va”. Y agregó: “Si la persona quiere salir y volver, tampoco hay problema. Pero al regresar, se debe avisar y hacer la cuarentena, porque se puede atravesar territorio con circulación de coronavirus”, señaló.

En el caso de puntanos residentes que deseen regresar a la provincia, pidiendo permiso en la página del Gobierno de San Luis, se les permitirá el ingreso y se les acompañará a un establecimiento donde tendrán que hacer la cuarentena.

Una de las disposiciones más polémicas es el bloqueo de caminos vecinales que comunican con otras provincias. Al respecto, Alejandro Casale, presidente de la Confederación Rural de San Luis, comentó a Super Campo que “en todos los caminos han puesto bordos de tierra. De esta manera han quedado familias aisladas en los campos porque no pueden ir a buscar comida a esos pueblos o ir por temas de salud”.

El dirigente rural aclaró que entran y salen camiones con cereal o hacienda, pero hay una sola ruta de acceso (la ruta 7) y eso “encarece los fletes y, por lo tanto, la producción”.

Con respecto a los permisos vía internet, Casale sostuvo que “el productor debe registrarse así como su personal y su contratista, pero la página se cae todo el tiempo y hasta ahora nadie tiene el permiso”.

Con respecto la relación de los productores con el gobierno provincial, Casale dijo que “no hay diálogo con el gobierno. Tiene un comité de crisis que no llama a las entidades y se terminan haciendo cosas arbitrarias y sin sentido que terminan coartando la libertad de circulación de los productores que necesitan trabajar o llevar asistencia a la gente que vive en el campo. Además, en enero los impuestos en San Luis aumentaron 61% y no se han tocado, solo se ha postergado la fecha de pago”.