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El presidente Asociación de Propietarios de Carnicerías, Alberto Williams, señaló a Super Campo que hay carnicerías que “no están abriendo porque hay barrios donde no hay poder adquisitivo porque los jubilados no pueden cobrar, hay otra gente que no puede trabajar ni hacer changas. Por otro lado está el precio tremendo que tomó la carne, la gente compra lo que el bolsillo le permite. Otros carniceros no abren porque viven en la provincia y no pueden llegar a su negocio en CABA. Si están tres horas en un control, es más peligroso estar parado en un puente que en su casa”.

“Estamos de acuerdo con la cuarentena para el tema de la salud, pero para la alimentación habrá que buscar otra salida para que el carnicero pueda llegar a su negocio desde la provincia hasta la ciudad. El personal ya se queda en la casa porque es conveniente para prevenir la enfermedad”, añadió Williams.

Con respecto a los precios, Williams opinó que “en febrero y marzo hubo aumentos de la carne. La asociación está cerrada en este momento y no tenemos un dato firme y fijo, pero sabemos que están subiendo mucho por los comentarios de algunos carniceros. Dicen que baja la carne en Liniers pero nosotros no vemos eso, los carniceros queremos vender. Nosotros recibimos la res o la media res con el precio que nos avisaron el día anterior”. 

Desde el otro lado del mostrador, Leonardo Rafael, presidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores de la Argentina, comentó que en marzo el precio de la carne subió entre un 3 y 5%. A principio de mes había subido el precio porque hubo menos hacienda debido al paro agropecuario, días de lluvia y feriados. También hubo un ‘aluvión’ de compras antes de la cuarentena. Desde la semana pasada comenzaron a bajar los precios y pienso que en las carnicerías quedará el kilo de milanesa a 380 – 400 pesos, el asado a 350 pesos y la paleta a 310 pesos”.

Rafael agregó que se observa una menor demanda por parte de las carnicerías debido a las grandes ventas registradas antes del aislamiento obligatorio.

Un problema adicional para el abastecimiento de la carne se planteó con las curtiembres que dejaron de recibir cueros en la cuarentena, generando un problema para los frigoríficos. En la negociación, los matarifes utilizan el cuero y las menudencias (entre otros subproductos que no conforman la media res) como parte de pago del servicio de faena que les provee el frigorífico. Según Rafael, “normalmente se hace mano a mano y, según el precio de las menudencias, pagamos nosotros al frigorífico o ellos a nosotros. Hoy los matarifes están pagando 4 ó 5 pesos por kilo. Le pedimos al gobierno como cámara que nos permita exportar cueros sin cupo para no trasladar el precio a los mostradores”.

Desde la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif) informaron que en el fin de semana se llegó a un acuerdo mediante la intervención del Gobierno Nacional para que desde hoy se normalice la actividad del cuero con las curtiembres.