Senderos mágicos, pueblos con sincera mirada, paisajes desbordantes de naturaleza, leyendas, calles empedradas, postas y estancias son el verdadero escenario del Camino Real y su marca imborrable en la arquitectura de cinco siglos de historia. Colonia Caroya, ubicada a 55 km al norte de la ciudad de Córdoba fue fundada por un grupo de inmigrantes, cuyo legado hoy es conservado por sus descendientes.
Pasando por la famosa arboleda centenaria que sirve de guía y enorgullece a los caroyenses, es posible “enredarse” con satisfacción en la trama de historias, anécdotas y recetas transmitidas de boca en boca por varias generaciones. Llegar a la tierra de los vinos, el salame y el buen comer, nutrida por un amplio calendario de eventos y por el trabajo de su gente es una maravillosa y perfumada invitación del norte cordobés.
La “Bodega La Caroyense”,de origen friulano, uno de los espacios enológicos más grandes y antiguos de la provincia de Córdoba reconocida en los últimos 8 años con 56 medallas en concursos nacionales e internacionales. Sus vinos destacados son el espumante Nature y Extra Brut, con Indicación Geográfica (IG). Culturalmente lleva a cabo cuatro muestras temporales anuales de artistas reconocidos y emergentes como también expresiones artísticas en literatura, música y teatro. Por su parte, la joven bodega Terra Camiare despliega seducción en los paladares más exigentes y es reconocida a nivel mundial ya que recientemente ha recibido la calificación de “oro” para tres de sus vinos evaluados por Robert Parker, referente de la publicación especializada The Wine Advocate.
La “Estancia Jesuítica de Caroya” nos transporta 400 años atrás, cuando nuestro país comenzaba a conformarse, siendo estas tierras testigo del paso de tropas, carretas y viajeros durante décadas. Actualmente Monumento Histórico Nacional y Provincial se encuentra rodeada por un patio central en claustro y la capilla, acequias y restos del molino. Integra la “Manzana Jesuítica de Córdoba” y es considerada el primer establecimiento de arquitectura residencial rural que invita a disfrutar visitas al edificio y museo histórico, recorridos de interpretación por el predio descubriendo los procesos productivos empleados por los jesuitas a tan sólo a 50 km. al norte de la ciudad de Córdoba.
Y qué decir de los chacinados de Colonia Caroya, emblemáticos y riquísimos los motivadores de la “Fiesta del Salame Tipico Caroyense”, realizada el pasado 17 de noviembre. La Familia Grión, la más antigua y marca registrada en la elaboración de chacinados, embutidos secos y salazones continúan una larga y rica historia que data desde la misma fundación de la colonia. El salame típico de Colonia Caroya ostenta el IG, sello de calidad que otorga el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación por su calidad e idenficación geográfica.
“En Colonia Caroya encontré una ciudad rica en historia, rica por sus bodegas y vinos, por su gastronomía y la calidez con la que me recibieron en cada uno de los lugares que visité. Fue emocionante entrar a la capilla jesuítica más antigua, construida en 1616 y sentir la inmigración de los friulanos en la zona, a fines del siglo XIX. Recomiendo este destino de ensueño con mucho para disfrutar” comentó a PERFIL el Lic. Eduardo Eberhardt, Especialista en Turismo Rural.
Tierra de historias y saboressus fiestas populares son emblemáticas e imperdibles. Lo que se viene, en diciembre la Feria Navideña, febrero y sus coloridos y alegres Corsos Caroyenses junto a la Fiesta Provincial del Higo. Llegado marzo, la legendaria Fiesta Nacional de la Frutihorticultura, la Pre Vendimia y la Fiesta Provincial de la Vendimia junto a la Saga Nacional de la Uva son motivos más que atractivos para elegir viajar en los próximos meses.
Relatos para saborear. Alumnos de sexto año de la Promoción 2019 de la E.F.A. (Escuela de la Familia Agrícola) que funciona en Colonia Caroya, han recolectado datos mediante la observación directa, realizaron entrevistas con la finalidad de recuperar anécdotas particulares recabadas en el seno de las familias productoras de chacinados.
El trabajo de campo tuvo como objetivo final la publicación del libro “Historias y Relatos con sabor caroyense” surgido del proyecto orientado por los profesores Marcela Fonseca, Adrián Zapata, Analía Lépore y Melina Bellatti con el asesoramiento y apoyo de la Municipalidad de Colonia Caroya.
La publicación compuesta por relatos surgidos de las anécdotas de vida recopiladas en las continuas visitas y entrevistas a productores caroyenses, comienza con la descripción del proceso de elaboración del salame, los tipos de producciones: industriales, IG y artesanal y entre letras y recuerdos, revive el pasado de productores locales. “El sótano de Caroya”, “Finito”, El rey del salame, “Il fonda de Freni”, “Los Querubines”, “Mío Nonino”, “Salame Don Pedro” entre otros.
De alto valor sentimental, cada historia contada en la publicación caroyense resalta comentarios de quienes reviven el pasado familiar y los secretos de mágicas recetas de quienes abrieron camino en la producción de chacinados caroyenses.
Por Bettina Cucagna para Super CAMPO.
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