El Lago Epecuén, es un majestuoso espejo de agua que, por su salinidad, sólo es comparable con el Mar Muerto, el lago endorreico salado situado en una profunda depresión a 435 metros bajo el nivel del mar, ubicado geográficamente entre Israel, Palestina y Jordania. La ciudad de Carhué, asentada junto al lago, es un destino turístico bonaerense altamente recomendable. Durante todo el año miles de turistas visitan la “Capital Provincial del Turismo Termal” en busca “Sal y Fango” los componentes principales que prometen salud, relax y belleza y es una invitación al descanso absoluto.
Las aguas del Lago Epecuén son hipermarinas porque concentran 200 gramos de sal por litro y tienen efectos sedativos, aportando 22 minerales ideales para tratamientos de belleza y salud. El fango del lago obtuvo calificaciones de primera calidad en congresos internacionales de España y Tokio debido a sus propiedades irrepetibles, la capacidad mineral, textura y untuosidad que lo hacen totalmente diferente a los fangos conocidos.
Reconocido mundialmente por la alta concentración de “oligoelementos” tanto para aplicaciones estéticas como terapéuticas, flotar sin hacer esfuerzo es una práctica repetida por cada visitante que llega ávido a este lugar de relax y en busca de sanación.
Esta localidad del Partido de Adolfo Alsina es reconocida también por los pintados atardeceres sobre el Lago Epecuén, “una postal sorprendente” para locales y turistas y un escenario ideal para maravillarse con la tercera colonia de flamencos más grande de América junto a otras aves playeras. Un entorno fascinante el del lago Epecuén, con vibrante naturaleza reflejada en las salobres aguas cual pintados espejos que en las próximas vacaciones de invierno será declarado Reserva Natural. Allí los invito a fotografiar las ruinas de la ex Villa Epecuén, que se encuentra sumergida bajo las aguas desde hace 30 años, así como las obras del arquitecto e ingeniero Francisco Salamone dispersas como verdaderas reliquias de Art Decó que desde hace 80 años se han transformado en fieles custodios: el Palacio Municipal, el Cristo del Lago y el Matadero, regalos que el visionario Salamone hiciera al territorio bonaerense.
Durante toda la temporada estival en la zona, el disfrute dice presente en la Playa Eco Sustentable, escenario del récord Guinness cuando 1.941 personas el 29 de enero de 2017 flotaron tomadas de la mano sin asistencia. “Hoy no hemos podido romper el récord mundial, Carhué en Argentina sigue siendo el campeón. Sabemos que el clima frío influyó en la decisión de muchos, incluso de nuestros propios voluntarios. Aún así, todo el mundo presente se ha divertido mucho, y siempre habrá una oportunidad el año que viene. Sólo flotaron 400 personas en Utah, Estados Unidos” informó el Great Salt Lake Park & Marina.
Las aguas “milagrosas” que permiten la flotación natural son reconocidas desde siempre por crónicas de antaño donde afirmaban que las personas entraban con bastones y salían caminando sin ellos. Así fue creciendo la fama de este destino denominado en esa época “Mar del Plata chica”, escribe Leandro Vesco en su libro Desconocida Buenos Aires: “Pablo Novak tiene ochenta años y la vida que él conoció desapareció. Es un sobreviviente del tsubami pampeano sufrido en el sistema de Lagunas Encadenadas del Oeste en 1985, cuando en sólo 16 días alrededor de 1.500 habitantes tuvieron que dejar sus viviendas totalmente inundadas y partieron de sus hogares con los sueños rotos. Pedro permaneció donde había hecho su vida y hoy es el último y único poblador de un pueblo que ya no existe” narra seguramente emocionado Leandro, escritor apasionado por las historias mínimas de pueblos rurales.
PARQUE TERMAL Y LÚDICO. El pasado miércoles, Carhué sumó otro atractivo al inaugurar el “Parque Termal y Lúdico Mar de Epecuén” con las aguas minerales del Lago Epecuén, el cual dará un gran impulso a la actividad turística del distrito y la región. Asistieron autoridades provinciales y municipales junto a la secretaria de Turismo bonaerense Martina Pikielny, quien resaltón “somos protagonistas de la transformación porque hoy ganamos un lugar de relax para los 52 fines de semana de nuestro caldendario”.
Esta “obra trascendental” en el Balneario La Isla llega para redimir parte de las pérdidas por la inundación de la Villa Epecuén, propiciando fuentes de trabajo, impulsando el desarrollo de la industria turística. Quienes lleguen al complejo podrán disfrutar una gran pileta dividida en tres partes donde permanecer de pie, flotar y moverse, una gran pileta central similar a un gigantesco jacuzzi con juegos de agua, sala de descanso con reposeras, solárium, gabinetes para masajes y fangoterapia, restaurant y otros servicios. El intendente de Adolfo Alsina, David Hirtz, destacó: “El Parque marca un hito en la utilización de nuestro recurso termal. Además, reviste una importancia significativa para los prestadores hoteleros que no cuentan con piscinas ni servicios de spa”.
Por Bettina Cucagna para Super CAMPO.
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