Las nuevas retenciones a la soja y derivados y la alta demanda de porotos desde China fueron los temas de este año cuando la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja) celebró su seminario anual en Rosario. Atravesando todo aparecieron los precios por el cimbronazo que provocó en el mercado el conflicto comercial entre Estados Unidos y China. “Las cotizaciones están cayendo en 60 y 70 dólares, de continuar esta situación el impacto que tuvimos con la sequía el año pasado lo vamos a tener con los precios el año que viene”, alertó Rodolfo Rossi, de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA).
IMPUESTOS. La expectativa del sector para 2019 igual es alta basada en el pronóstico climático (El Niño moderado) que animó a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectar una cosecha de 53 millones de toneladas. Pero volvieron las retenciones. “Si bien la cadena es competitiva, el costo impositivo es sofocante”, se plantó el presidente de Acsoja, Luis Zubizarreta, quien abogó para que “muy pronto se puedan revertir. De no hacerlo, en el mediano plazo será perjudicial” para todo el complejo.
China canceló las compras a Estados Unidos y salió a comprarle porotos a Brasil; no le alcanzó y vino a comprar a la Argentina. Pero Argentina no quiere venderle porotos para que allá se transformen en harina. “Un barco que sale desde Rosario, descargado en Shangai, yendo a una planta de balanceados es 20 dólares más barato que cualquier producción dentro del territorio chino”, aseguró Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
Los industriales y exportadores aspiran a que el presidente chino Xi Jinping acepte esa propuesta de parte del presidente Mauricio Macri cuando se vean en Buenos Aires en la 13ª Reunión del G-20, el 30 de noviembre y el 1 de diciembre. Hay un hecho auspicioso: China retomó en septiembre las compras de aceite de soja de Argentina, luego de suspenderlas porque esperaba autoabastecerse. También en la cumbre del G-20 se esperan retomar las negociaciones con Estados Unidos (Donald Trump estará en Buenos Aires) en torno a las exportaciones de biodiesel, interrumpidas por denuncias de dumping.
RETENCIONES. Acsoja planteó los desafíos que Argentina debe afrontar en los próximos años. Aumentar la cosecha sin ampliar el área de producción: con tecnologías que mejoren los rindes y controlen los problemas de resistencias en malezas e insectos. En toda la jornada se filtró la necesidad de una Ley de Semillas “que proteja la propiedad intelectual y le permita al desarrollador local e internacional lanzar tecnologías y cobrar regalías. La ley actual remonta a 1973 cuando casi no existía el cultivo de soja en el país”, recordó Zubizarretase.
Para Alberto Padoán, socio de Vicentín y presidente de la BCR, la vigencia de esa ley “explica el amesetamiento” de la producción argentina comparado con otros países sojeros. También se abogó por aumentar la industrialización del poroto. “Le damos mayor valor al grano si generamos biocombustibles, alimentos balanceados o lo transformamos en carne”, resaltó Martín Ambrogio, el vicepresidente de Acsoja.
Aquí talló lo que implican las retenciones hacia adentro de la cadena. La alícuota que estaba en 25,5% se bajó a 18% y, relacionado con el dólar, llega a 28,5%. Ciara proyectó un aumento de exportaciones del grano de 340% entre la campaña 2018 y la de 2019 (de 3,5 mill/tn a 15,4 mill/tn) para advertir que en realidad el país perderá 3.600 millones de dólares por no exportar valor agregado (biocombustible, harina, aceite). “Si no se recupera el diferencial de derechos de exportación, la industrialización de la soja se irá a los países compradores y se paralizará el polo agroindustrial más grande del mundo”, dijo Idígoras. La Cámara de aceiteros ya descuenta que este año va a aumentar la “capacidad ociosa” de 40% a 45%. Y para colmo, en Estados Unidos los procesadores de soja molieron en septiembre 4.374.000 toneladas, el volumen más grande en la historia en ese mes… Y saldrían a vender a los históricos compradores de Argentina.
INDUSTRIA. La molinería argentina de soja es la más eficiente del mundo, con 30.000 toneladas diarias, mientras Estados Unidos muele 5.000 y Brasil, 4.000, según números de Roberto Urquía, dueño de AGD. La capacidad de proceso a nivel nacional es de 66 millones de toneladas, es decir que puede soportar una cosecha 20% mayor a la actual. Los principales actores del sector expresaron sin vueltas su descontento con el Gobierno por la reimposición de las retenciones a todos los productos de la soja. “Somos un sector que reacciona ante señales claras. Tenemos que tener cuidado de que las políticas fiscales no ataquen al agregado de valor. Los subproductos pagan más impuestos que la soja. Claramente Argentina hoy no es un país para invertir”, alertó Sergio Gancberg, CEO de Glencore.
INFRAESTRUCTURA. A lo largo del Seminario de Acsoja 2018 se escucharon reclamos por el déficit en la infraestructura. Pero esta vez hubo una buena réplica oficial. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, enumeró las obras en los accesos a los puertos del Gran Rosario y los trabajos para reducir las demoras en las descargas. También la conversión en autopista de la ruta A012, conocida como segunda avenida de circunvalación de Rosario.
“Vamos hacia los 2.850 kilómetros de autopistas en el país”, aseguró.
Los números del complejo sojero:
-Estimación de cosecha 2018/19: 53 millones de toneladas
-Retenciones: 28,5%
-Exportaciones de porotos 2018: 15,4 mill/tn (340% más)
-Capacidad de procesamiento de la industria: 66 millones de toneladas.
-Capacidad ociosa 2018: 40-45%
Por Gabriel Quáizel para Super CAMPO.
Twitter
Facebook
G Plus