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Lecheria

17/07/2018

Factor Humano: al frente de la lechería

Un proyecto de lechería que reúne a productores, especialistas, instituciones y empresas se enfoca sobre aquellos aspectos que permiten generar más arraigo. Tamberos requieren protocolos y condiciones contractuales claras.
PROYECTO. Los trabajadores del tambo requieren protocolos para realizar sus tareas y condiciones contractuales claras.

Uno de los temas  que más están preocupando a los productores agropecuarios en general es la rotación de personal en sus establecimientos debido a que las personas prefieren “probar suerte” en las poblaciones urbanas que permanecer en un trabajo en el campo. En el tambo, este tema tiene más incidencia debido a que es una actividad que requiere la dedicación durante todos los días del año. Tomando como punto de partida este problema se creó el Proyecto Factor Humano Tambo Argentino, formado por un grupo de productores, trabajadores, instituciones y profesionales, liderado por el ingeniero Fernando Preumayr.

En las últimas Jornadas Lecheras Nacionales realizadas en Villa María, Preumayr señaló que “esto se empezó a gestar hace 7 años entre un grupo de productores que veía un obstáculo para su negocio, sin gente no hay tambo y sin tambo no hay negocio. Queremos correr el eje, dejar de lamentarnos y ser realistas porque la situación es complicada. La actividad lechera es difícil de llevar adelante y ha dejado de ser atractiva, por lo tanto deja de convocar gente joven porque es  difícil juntar la calidad de trabajo con la calidad de vida”.

PUNTOS CRÍTICOS. Durante 2013, se realizó un relevamiento entre el personal de tambos acerca de su opinión de su trabajo y aquellos aspectos que lo hacen más fácil y difícil y desde allí se consultaron a productores psicólogos y sociólogos, entre otros especialistas. Según Preumayr, “el problema del personal no es por falta de remuneración. Hay otros factores. Los trabajadores se imaginan un tambo donde puedan trabajar lo necesario y descansar lo necesario para volver a trabajar, así como dar educación a sus hijos y tengan una mínima vida social accediendo a cosas que hoy forman parte de todos los días. La forma de trabajar tenga una manera de hacer sencillas a quienes tengan que trabajar, no complicarles la vida con protocolos muy complicados o tareas incumpibles. Eso quiere decir proponer condiciones contractuales lo más claras posibles, así como derechos y obligaciones que se puedan cumplir. Hay que encontrar la forma que el tambo sea atractivo, si no se muere de a poco”.

Por Luis Machado de Super CAMPO.

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