Históricamente, el rinde del maíz (y del resto de los cultivos) ha sido el resultado de la mejor combinación de los híbridos con el ambiente y las prácticas agronómicas implentadas, entendiendo en este caso la densidad de siembra o la fecha de siembra, entre otras variables.
“Hoy se suma la ciencia de los datos, que a través de Prescripciones permitirá sembrar maíz con un grado de precisión como nunca antes”, adelantó con muy buenas expectativas Juan Moreno, el Leader de Negocio de Maíz Monsanto.
Así pareciera que la agricultura moderna y la aplicación del uso de datos en la producción a campo son la clave para generar un salto tecnológico en los rendimientos y mejorar la competitividad del cultivo de maíz en la Argentina.
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