El gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto no esconde su interés, tras los acuerdos firmados en materia agrícola y pesquera con la Argentina, de incrementar sensiblemente sus compras de trigo, cebada y maíz amarillo para su industria, alimento y material genético para mejorar sus rodeos bovinos y nuevas tecnología para modernizar la elaboración de sus vinos.
«No hay temas vetados: estamos dispuestos a valorar todos los temas tanto de México para la Argentina, como de la Argentina para México. Hay que agotar los protocolos y el intercambio de información, y hay que permitir la competencia libre», refirió el secretario de Agricultura mexicano, José Eduardo Calzada Rovirosa, en su visita al país.
Respecto a las posibilidades de México de comprar granos argentinos, especialmente trigo, maíz amarillo y cebada cervecera, Calzada refirió que «todo va a depender de la conveniencia de los privados, todo tiene que ver con precio y calidad, y la Argentina lo tiene: ya somos grandes compradores de soja y aceites».
El interés de México pasa por consolidar nuevos mercados desde donde abastecerse con productos como los mencionados, ya que la demanda interna del país asciende a unas 10 millones de toneladas de maíz amarillo para la industria y alimento bovino, cuya carne venden a Arabia y China.
Buscan también un volumen similar de trigo para el consumo doméstico, hecho que les permitiría quebrar el comercio exclusivo que mantienen con sus socios del Nafta, los Estados Unidos y Canadá.
El mercado mexicano es el séptimo productor de proteína animal mundial, con carne vacuna, cerdo y aviar, y vende casi 1,2 millones de cabezas de ganado anualmente a los Estados Unidos, 200 mil toneladas de carne bovina y 3 millones de toneladas de carne aviar, motivo por el cual requiere granos y material genético para mejorar sus rodeos.
En el marco de diálogo bilateral abierto por los presidentes Mauricio Macri y su par mexicano Enrique Peña Nieto, las áreas de Agricultura cerraron cuatro acuerdos en los rubros de pesca, fitosanitarios, vitivinicultura y también con el INTA.
Según expresó el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, la relación bilateral fue por «bastante tiempo distante y ahora la decisión argentina de avanzar con una política de integración al mundo promueve trabajar aspectos comerciales con México».
Calzada Rovirosa comentó: «La economía mexicana está abocada, y en especial el campo, a sustituir volumen por valor para que nuestra gente gane más recurso y llevar esta cadena de valor hasta sus últimas consecuencias: tenemos interés en desarrollar un mercado cárnico más robusto y crecer en el mercado vitivinícola».
En materia de producción de vinos, México ocupa el puesto 25 a nivel mundial y tiene el interés de obtener aportes técnicos argentinos, al tiempo que es el cuarto productor de cerveza global y ocupa el primer lugar en materia de exportación, hecho que abre la posibilidad de consolidar un cupo de compra de cebada cervecera cultivada en la Argentina.
Por otro lado, las autoridades mexicanas proponen ampliar sus ventas de aguacates o palta, nueces y también tequila, área donde se busca obtener la denominación de origen. «No buscamos desplazar, sino complementar», dijo el funcionario mexicano.
FUENTE: DyN
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