Llamamos a la quínoa superalimento porque tiene en su composición todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo humano necesita para fabricar las proteínas involucradas en los procesos vitales.
Es un alimento libre de gluten, aporta grandes cantidades de calcio y su contenido en grasa es muy bajo. Es de bajo valor glucídico, y sus azúcares son de liberación lenta, siendo aconsejado para deportistas de alto rendimiento, niños y mujeres embarazadas que necesitan energías extra, y también es apto para diabéticos ya que no modifica abruptamente los valores de azúcar en la sangre. Además, en una buena fuente de hierro, magnesio, calcio y fósforo, y vitaminas C, E y del grupo B.
Siempre antes de consumirla debemos enjuagarla con abundante agua, hasta que el agua salga transparente, para quitarle las saponinas de la superficie, que son sustancias que le dan un sabor amargo y son de difícil digestión.
La quínoa es muy versátil. Puede usarse en cualquiera de las cuatro comidas del día, tanto en granolas, barritas, galletas y budines y preparaciones dulces para el desayuno y la merienda como en ensaladas, guisos, rellenos de tartas y hamburguesas para el almuerzo o la cena. Y también se puede hacer leche.
RECETA: Hamburguesas de quínoa
Ingredientes (para 9 hamburguesas)
2 tazas de quínoa cocida, ½ taza de cebolla picada chiquitito, ½ taza de zanahoria rallada, ½ taza de zucchini rallado, 1 cebolla de verdeo picada chiquito, 2 dientes de ajo picados, ¼ taza de perejil picado, 1 cucharada de ralladura de jengibre, 3 cucharadas de aceite de coco neutro, 2 cdas de comino, 1 huevo pastoril, 3 cdas de levadura natural, Sal marina, Pimienta en grano molida.
Preparación
Quínoa
La quínoa siempre hay que lavarla. La mejor forma es en un bowl profundo. Debajo de un chorrito pequeño y contínuo de agua ir removiendo la quínoa y escurriendo el agua hasta que salga transparente.
En una cacerola colocar la quínoa con el doble de agua y llevar a hervor con fuego fuerte.
Una vez que rompe el hervor, tapar y bajar el fuego a mínimo y dejar cocinar hasta que la quínoa está cocida, es decir hasta que toda la semilla se haya puesto transparente y no se vea el puntito del centro (a veces también se desprende ese “hilito” de borde que rodea a la semilla de la quínoa).
Una vez cocida, apagar el fuego y dejar reposar, con la cacerola tapada. Ya esta lista para usar.
Hamburguesas
Lavar bien todos los vegetales.
Calentar en una sartén el aceite de coco neutro. Saltear la cebolla y el verdeo; cuando empiece a dorarse, agregar el ajo, la zanahoria, el zucchini, la ralladura de jengibre y la sal para que comiencen a largar sus jugos.
Saltear por 10 minutos y dejar enfriar.
Una vez fría la preparación, agregar la quínoa cocida, el comino y el perejil y mezclar todo. Agregar el huevo previamente batido y la levadura nutricional.
Colocamos papel manteca aceitado en una asadera y encendemos el horno a fuego medio.
Armamos las hamburguesas con la mano, apretando bien la mezcla, o con molde de hamburguesas (si no tenés este aparatito, se puede cortar un anillo de 2 cm de un vaso de plástico descartable y usarlo de molde).
Las colocamos en la asadera o sobre un silpat (placa de silicona que no necesita ser aceitada).
Las llevamos a horno medio hasta que empiecen a dorarse y si queremos las damos vuelta para terminar de dorar de ambos lados.
Se pueden servir dentro de 2 champiñones gigantes, con mayonesa de remolachas y espinaca fresca. También se pueden acompañar con ensaladas, purés de zapallo y batata, verduras al horno o dentro de un sándwich.
FUENTE: Mariana Bisso de Cocina Mona para Sabe la Tierra.
Twitter
Facebook
G Plus